Un equipo médico del hospital pediátrico de Changzhou (en el este de China) salvó la vida de un nene de 8 años que entró en paro cardíaco, luego de realizarle durante cinco horas reanimación cardiopulmonar (RCP). Fueron en total 30.000 las compresiones que se le hicieron en el pecho al paciente. Para efectuarlas, unos 30 médicos hacían fila y se iban relevando.
El niño había presentado un fuerte dolor estomacal acompañado con fiebre, y el diagnóstico fue terrible: miocarditis fulminante. Según contó el diario China Daily, el pequeño fue ingresado el jueves 20 de septiembre en dicho nosocomio y tuvo que recibir intensa atención médica. Pero sufrió una crisis que puso en peligro su vida.
El paciente necesitaba con urgencia una máquina ECMO (siglas de Oxigenación de Membrana Extracorporal) pero el hospital no tenía y debía ser trasladado a Shangai (a unos 155 kilómetros), pero estaba demasiado débil. Esto llevó a que el responsable del lugar ideara una solución: hacer las compresiones en forma manual. En una de las imágenes que compartió el diario se puede ver cómo docenas de médicos aguardan para relevar a su compañero con las compresiones torácicas.
Finalmente, la máquina llegó al hospital y los médicos pudieron descansar. El niño se salvó y, según trascendió, evoluciona favorablemente y sigue su tratamiento en el lugar.