La estampida del dólar generó una psicosis en las góndolas de los supermercados, en las que algunas cadenas borraron precios, otras remarcaron y otras mantienen los valores a la espera de las nuevas listas que enviarán sus proveedores la semana próxima.
El precio del billete estadounidense subió un 20,7% en la semana, al pasar de 31,47 pesos a 38 pesos, con picos que en el promedio de los bancos públicos y privados treparon hasta los 40,87 pesos.
Esa extrema volatilidad del dólar impactó en la formación de los precios de referencia de los proveedores, que no saben cuánto van a subir sus insumos de producción y logística en los próximos días.
Gabriel Bornoroni, vocero de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina (Cecha) informó que mañana subirán 1,6% promedio las naftas (60 centavos por litro) y el 1,2% el diésel (40 centavos por litro) porque se ajusta la carga impostiva.
“A un dólar de 30 pesos, los combustibles tenían un atraso de precios del 14%. Ahora, con la nueva devaluación, el atraso en los precios de este sector sería del 30%”, dijo el empresario cordobés en declaraciones radiales.
Al margen de la suba de precios por la carga impositiva, las petroleras se encontraban este viernes evaluando qué hacer con sus valores porque la devaluación del peso frente al dólar y la suba del petróleo demandan mayores incrementos, que podrían llegar ahora al 6%.
Según pudo comprobar Vía País, la cadena de supermercados mayoristas Vital colocó un cartel en sus cajas que reza: "Todos los precios de góndola están sujetos a revisión en el momento de efectuarse el pago de los productos".
Así, cuando el cliente llega a la caja y el empleado de la firma empieza a pasar los productos por el lector de precios, si suena una luz roja es porque el valor de ese artículo está siendo actualizado online. Allí, las remarcaciones se ubicaban entre 10% y 14%.
En paralelo, la compañía informó a los clientes que realizaban la cola para pagar que los posnet para las tarjetas de débito y crédito estaban “sin funcionar”, por lo que todos los pagos debían efectuarse al contado.
Los productos más afectados por esta situación eran los lácteos, harina y bebidas, según constató este medio en la sucursal que el mayorista tiene en la ciudad bonaerense de Pilar, 60 kilómetros al noroeste de la Capital Federal.
Yolanda Durán, presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Piases del Sudeste Asiático (CEDEAPSA), afirmó ante la consulta de este diario que "hay un desconcierto de precios" y previó que la semana próxima podría haber "faltantes de algunos productos".
Durán señaló que el traslado a precios venía siendo “por goteo” desde abril, cuando se inició la corrida cambiaria, pero que ahora los supermercadistas chinos están “asustados” porque se perdieron los parámetros de ajuste. Señaló que productos como la salsa de tomate y el azúcar “no tienen precio”.
Víctor Fera, dueño del mayorista Maxiconsumo y de la marca de productos Marolio, dijo hoy que el abastecimiento por ahora está “normal”. Y remarcó que “la corrida (contra el peso) afecta a los precios”, aunque en sus comercios están manteniendo los valores “hasta que se pueda”.
"Ya no hay un corrimiento a segundas marcas. No hay plata para comprar. La devaluación va a impactar de forma importantísima. Hay un achique de 25-30% en el poder adquisitivo. Los alimentos van a aumentar 17%", dijo.
Voceros de la una de las principales cadenas extranjeras de hipermercados indicaron a Vía País que los precios en sus sucursales "siguen igual que el miércoles" y señalaron que algunos grandes proveedores ya les informaron que suspendieron el abastecimiento hasta que se aclare la situación.