Chile está soportando el peor incendio forestal de su historia. La tragedia despertó la solidaridad de varios países del mundo que con el correr de los días enviaron aeronaves, brigadistas (bomberos forestales) y maquinaria para controlar las llamas. En las últimas horas, el mayor foco de emergencia se concentró en la comuna de Portezuelo, en la sureña región del BíoBío, donde el avance del fuego obligó a evacuaciones preventivas. En todo el país se mantenían hasta ayer
124 incendios, 58 de ellos en combate, 55 controlados y 11 extinguidos, dejando miles de damnificados en decenas de pueblos que fueron destruidos por las llamas
, informó la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Pero las hectáreas en llamas bajaron de 396.000 a unas 366.000, según el reporte. En medio de la tragedia, comenzaron a conocerse historias de vidas conmovedoras. Como la de
Elías Cornejo y Pamela Barrera, una pareja que vive en
la punta de un cerro en Las Veguillas, cerca de la región de BíoBío. Su casa ya había sido desbastada por el terremoto del 27 de febrero de 2010. Ahora casi pierden la vida por los incendios que quemaron los sietes cerros cercanos.
Cornejo comentó al portal chileno
que "el fuego fue impresionante, nos vimos superados y la única salvación fue tirarnos al estanque, la piscina". La pareja permaneció una hora sofocados por el calor, con el agua hasta la cintura, mirando cómo pasaban las llamas a su alrededor. "Cuando el fuego empezó por todas partes en la casa, la única solución era esa, porque no quedó nada, no se salvó nada, el fuego estaba por todas partes", explicó. Su pareja fue tajante:
"yo pensé que nos íbamos a morir"
. Hoy ambos están pidiendo ayuda para recuperar algo de todo lo que perdieron.