Cuando allanaron el edificio de Juncal y Uruguay, donde vive Cristina Kirchner, la policía encontró una pared hueca en el departamento de abajo del de la ex presidenta y pidió autorización al juzgado de Claudio Bonadío para romper. Rompieron y no encontraron nada.
"Suficiente", dijo Bonadio cuando le preguntaron si seguiría utilizando ese método para encontrar el dinero desaparecido. A menos que aparezcan datos concretos, no más romper paredes. El juez no confía en encontrar nada por esa vía.
Fuentes de su juzgado dijeron a La Nación que Bonadio cree que el dinero de los sobornos está invertido en Santa Cruz y que se utilizó para comprar inmuebles como las miles de hectáreas de estancias que figuran a nombre de Lázaro Báez en la Patagonia.