Al terminar su declaración como imputado colaborador en la causa de los cuadernos de las coimas, José López solicitó no volver al penal de Ezeiza, donde estaba detenido por la causa de los bolsos con millones de dólares con los que fue hallado en un convento de General Rodríguez.
El exsecretario de Obras Públicas kirchnerista entró al Programa Nacional de Protección de Testigos e Imputados, lo que modificó su situación: seguirá preso, pero en un sitio secreto para resguardar su integridad física.
Es que la información que brindó el exfuncionario fue tan importante que él mismo teme por su vida, algo que había expresado en la última audiencia por el juicio de los bolsos. "Lo que dijo López reúne los requisitos de la ley y por eso firmamos el acuerdo. Eso sí, no implica ninguna excarcelación", manifestó el fiscal Carlos Stornelli a TN Central. Y remarcó que "hizo aportes importantes a la causa".
El pedido para abandonar Ezeiza responde a dos cuestiones. La primera, porque se dio cuenta que su vida está en peligro en el penal. La segunda, porque con este acuerdo logró abandonar la prisión y mejorar sus condiciones de encierro: pasaría a un domicilio privado donde la comida y el aseo es notablemente mejor; deslizaron fuentes judiciales.