Hassan Al Kontar vive hace cuatro meses en el aeropuerto de Kuala Lumpur, en Malasia. Desde hace 130 días come lo que le dan las aerolíneas y duerme en una colchoneta en la zona de tránsito. Al Kontar quiere que algún país le de asilo de refugiado.
El hombre de 37 años se fue de Siria a los Emiratos Árabes Unidos para trabajar y evitar el servicio militar obligatorio. Sin embargo, en 2011 quisieron deportarlo."Cuando estalló la guerra el gobierno sirio invalidó mi pasaporte porque querían que me uniera al ejército. Yo no me negué a ir a la guerra porque fuera cobarde, sino porque creo que la guerra sea una solución o una respuesta. Entonces, fui deportado a Malasia en 2017", contó en una entrevista Vía Skype a TN.com.ar.
Desde 2011 hasta el 2017 estuvo viviendo de manera ilegal en Emiratos Árabes. En Malasia le dieron una de turista por tres meses. Al excederse del plazo, se convirtió en ilegal y quedó imposibilitado de pedir refugio en el país asiático.
Sin posibilidad de regresar a Siria, porque hay una una orden de arresto por su incumplimiento del servicio militar, intentó viajar a Camboya y a Ecuador. El hombre contó: "La aerolínea turca no me dejó viajar. Cancelaron mi pasaje a último momento. No me dieron ninguna explicación. Una semana después pasó lo mismo en Camboya, por el mismo motivo, que yo era sirio. Que no podía ingresar al país porque no cumplía con sus requisitos. Me metieron en otro avión y me mandaron de nuevo al aeropuerto de Kuala Lumpur. Eso ocurrió el 7 de marzo de 2018, y estoy varado aquí desde entonces".
Desde marzo, sus días transcurren entre pasajeros y un contacto virtual con el mundo a través de las redes sociales. No lo aceptan en ningún país porque no tiene una visa: "Las únicas opciones que me ofrecen son que vuelva a Siria o que me vaya a otro país con una visa", contó.
La última vez que vio a su familia en Siria fue en 2008. "Ellos todavía viven allí. Mi padre murió en 2016. Mi familia espera que el futuro sea mejor". El 14 de julio fue su cumpleaños, y le enviaron un video con imágenes familiares que publicó en las redes sociales.
Al Kontar dijo que necesita un lugar "donde poder estar a salvo y poder trabajar". "Mi situación dejó de ser algo personal. Ya no se trata de mí como Hassan. Se trata de todos los sirios que sufren y mueren todos los días. Que el mundo sepa sobre la tragedia en Siria. Esperando que el mundo haga algo, que paren la guerra y termine el sufrimiento", comentó.
Mientras tanto, Al Kontar usa las redes para pedir ayuda. Ruega por una solución que no sea temporal porque está cansado de vagar por diferentes ciudades sin un trabajo y un lugar donde vivir. "Me pueden ayudar con esta petición, ayúdenme para poder volar a Canadá", escribió en un Tweet.