Era sabido que los argentinos iban a estar con Nigeria. Es que los africanos tenían que ganar ante Islandia para que la Selección llegue con más chances a la última fecha del grupo D y así soñar con los octavos de final. Y finalmente los nigerianos hicieron bien los deberes.
Musa convirtió los dos goles para el 2-0 final. Pero lo que llamó la atención en los bares de Moscú fue la locura de los argentinos, que gritaron y celebraron los goles de Nigeria como si fuesen de Messi.
Ahora, todo es a suerte o verdad: Argentina deberá ganarle a los africanos y esperar que Islandia no le gane a Croacia.