El barco humanitario Aquarius abre nuevos interrogantes sobre la inmigración en la Unión Europea

Pases de facturas entre Italia y Francia por una embarcación con 629 inmigrantes libios que flota en el Mediterráneo.

Inmigrantes navegando en el Aquarius el 14 de junio de 2018. (AFP)
Inmigrantes navegando en el Aquarius el 14 de junio de 2018. (AFP)

El rescate del Aquarius en el Mar Mediterráneo con 629 inmigrantes libios abre nuevos interrogantes en las políticas migratorias de la Unión Europea. En un principio, Italia por ser el país más cercano, debería haberlos recibido por cuestiones humanitarias. Pero se negó. Los pasajeros temieron lo peor: una deportación a Libia, donde la violencia y el tráfico de personas representan un verdadero peligro para sus vidas.

Finalmente, el Aquarius desembarcará en Valencia, España. Aún es incierta su llegada, ya que ante las malas condiciones climáticas, el barco de la Guardia Costera Dattilo debió cambiar su rumbo, mientras que el Aquarius se resguarda en la costa de Cerdeña con los refugiados. Los especialistas no coinciden en si llegará el sábado o el domingo a Valencia, pero la prioridad indudablemente está puesta en cuidar la salud de los inmigrantes.

Las peleas de país en país no dejan lugar a dudas de que el problema migratorio genera más que un dolor de cabeza a políticos y autoridades. Según Le Figaro, ha abierto un conflicto diplomático, aunque se habla de que ya estaría suavizado, entre Francia e Italia. El presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró agradecido por el "gesto humanitario de Pedro Sánchez, al acoger en Valencia a los inmigrantes" mientras criticó duramente al gobierno italiano, considerándolo "cínico e irresponsable". No tardaron en oírse las voces del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien sostuvo que "Italia no puede aceptar lecciones hipócritas de países que en el tema de la migración siempre han preferido volver la cabeza para otro lado". Además, pide la pronta modificación del Reglamento de Dublín, que establece la forma en que se reparten los porcentajes de inmigrantes en la Unión Europea.

Los inmigrantes libios matan el tiempo mientras esperan llegar a España. (AFP)
Los inmigrantes libios matan el tiempo mientras esperan llegar a España. (AFP)

Para Francia, esta es "una cuestión de derecho internacional marítimo" que estipula que el puerto de acogida en caso de peligro debe ser el más cercano al lugar del rescate. Según adelantó, Francia y Alemania presentarán una "propuesta ambiciosa para atender la financiación de la policía de fronteras Frontex", dijo el portavoz del gobierno francés, Benjamin Griveaux.

En cuanto a España, si bien el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez no dudó en brindar la ayuda y acogida, también es consciente de que esto puede marcar precedente y en este sentido "pide acción conjunta y coordinada de todos los socios comunitarios. También a Italia y a Grecia la dejaron sola con este tema en el pasado", señala El País.

Pero mientras unos dicen y otros actúan, hasta el Papa Francisco tuvo que recordar, según La Stampa, a todos los que quieran escucharlo que la cuestión de la migración "no se trata sólo de números, sino de personas, con su historia, su cultura, sus sentimientos y sus aspiraciones".