Amit Patel perdió la vista en 2012 y tuvo que dejar su carrera de médico. Desde ese entonces, confía en su perro guía, apodado Kika, para moverse por la calle y trasladarse de un lugar a otro. Pero ahora, tomó la decisión de instalar una cámara en el collar de su lazarillo para mostrar lo que padece a diario: golpes al perro por parte de los peatones y poca ayuda.
"Kika fue golpeada varias veces con paraguas y bolsas. El 99% de la gente es buena y solidaria. Pero, a veces, ese 1% de la gente es grosera y arrogante. Una vez en el autobús una mujer gritó durante 20 minutos que Kika tenía rabia y que debíamos bajarnos, nadie vino a mi defensa", contó el hombre que vive en Londres.
Su esposa decidió comenzar a publicar los videos en una cuenta de Twitter y logró una gran repercusión. "Es bastante difícil viajar por Londres cuando no ves absolutamente nada. Confío en Kika y en mi oída y siempre trato de salir con una sonrisa", sostuvo.