El lado oculto de los Mundiales: Chile 1962, el jugador número 12

Brasil bicampeón, con Garrincha como estrella. Y con sólo 12 jugadores en todo el torneo. El Mundial más violento, el que no pudo jugar Di Stéfano para España. El Estadio Nacional y su fama siniestra.

El lado oculto de los Mundiales: Chile 1962, el jugador número 12
Brasil bicampeón\u002E ¡Y sin Pelé! El astro se lesionó, lo reemplazó Amarildo\u002E\u002E\u002E y estaba Garrincha\u002E

Le movieron el piso. En 1960 un cruento sismo sacudió Chile, y ocasionó casi seis mil muertos. Surgieron dudas sobre si podría organizar el Mundial de 1962. "Porque nada tenemos, todo lo haremos", aseguró Carlos Dittborn Pinto, presidente de la Federación Chilena. A 33 días del inicio del torneo, falleció por un paro cardiaco.

Un terremoto de 9,5 grados en 1960 puso a Chile en vilo. La Fifa se inquietó, pensando que no podrían organizar la Copa del Mundo. "El Mundial se hace en Chile sí o sí", aseguró el presidente Jorge Alessandri Rodríguez. Se bajaron dos ciudades sedes, Antofagasta y Valparaiso, y sólo quedaron en pie Santiago, Arica, Viña del Mar y Rancagua.
Un terremoto de 9,5 grados en 1960 puso a Chile en vilo. La Fifa se inquietó, pensando que no podrían organizar la Copa del Mundo. "El Mundial se hace en Chile sí o sí", aseguró el presidente Jorge Alessandri Rodríguez. Se bajaron dos ciudades sedes, Antofagasta y Valparaiso, y sólo quedaron en pie Santiago, Arica, Viña del Mar y Rancagua.

Fiebre por Garrincha. Con Pelé afuera en el segundo partido por una lesión muscular, la figura del Brasil campeón fue Garrincha. Imparable, Mané lo llevó al bicampeonato al vencer 3-1 a Checoslovaquia. En esa final, acusaba 39 de fiebre e igual se lució. "No salí en las fotos de los festejos porque me fui derecho al vestuario", comentó. Increíblemente, lo habían expulsado en la semi con Chile pero Fifa lo "indultó".

El Mundial de Garrincha. Analfabeto, proclive al alcoholismo, y genio de todos modos. El día de la final con Checoslovaquia, le preguntó al técnico: "¿Por qué vino tanta gente?". Como en Suecia 1958, no sabía que Brasil estaba jugando por el título.
El Mundial de Garrincha. Analfabeto, proclive al alcoholismo, y genio de todos modos. El día de la final con Checoslovaquia, le preguntó al técnico: "¿Por qué vino tanta gente?". Como en Suecia 1958, no sabía que Brasil estaba jugando por el título.

Legión argentina. Una vez más, Argentina se quedó con las ganas de ser la sede de la Copa del Mundo. Dirigida por el Toto Lorenzo, la eliminaron en primera ronda. Alfredo Di Stéfano, astro del Real Madrid, iba a jugar para España y una lesión lo dejó afuera. Y el goleador Omar Sívori, ex River, lo hizo para Italia. La selección de España presentó en su lista futbolistas de cinco nacionalidades.

De diez. Con la lesión de Pelé, el técnico Aymoré Moreira dispuso el ingreso de Amarildo Tavares, y fueron los únicos 12 jugadores que utilizó en los seis partidos del torneo. Último Mundial para el defensor Nilton Santos, como bicampeón y a los 37 años.

Amarildo debió reemplazar en la Copa nada menos que a Pelé. El jugador de Botafogo lo reemplazó sin desentonar. Incluso anotó un gol en la final. Y en su debut hizo dos contra España. "Pelé entró al vestuario, me fue a buscar a las duchas y se metió con ropa y todo para abrazarme", rememoró Amarildo.
Amarildo debió reemplazar en la Copa nada menos que a Pelé. El jugador de Botafogo lo reemplazó sin desentonar. Incluso anotó un gol en la final. Y en su debut hizo dos contra España. "Pelé entró al vestuario, me fue a buscar a las duchas y se metió con ropa y todo para abrazarme", rememoró Amarildo.

Batalla de Santiago. Chile-Italia, de los partidos más violentos de los Mundiales. El clima venía caldeado por las críticas de los medios italianos ("país pequeño, pobre y orgulloso", escribieron), y se molieron a patadas. A Italia le expulsaron dos jugadores (uno a los siete minutos) y Leonel Sánchez le rompió la nariz a Humberto Maschio, argentino nacionalizado italiano, sin ser sancionado.

Se jugaba Chile-Italia por la fase de grupos, y el público chileno estaba furioso por las críticas de la prensa peninsular al país y a su Mundial. De nada valió que los Azurros entraran con ramos de claveles, en son de paz. Fue una guerra, y a los 7 minutos el árbitro inglés expulsó al italiano Ferrari. Como se negó a salir, lo arrestaron.
Se jugaba Chile-Italia por la fase de grupos, y el público chileno estaba furioso por las críticas de la prensa peninsular al país y a su Mundial. De nada valió que los Azurros entraran con ramos de claveles, en son de paz. Fue una guerra, y a los 7 minutos el árbitro inglés expulsó al italiano Ferrari. Como se negó a salir, lo arrestaron.

Mufa. La Selección de Uruguay no llevó al torneo la camiseta con el número 13. Alegaron que traía mala suerte. Sin embargo, 13 fueron las Selecciones que jugaron los Mundiales de 1930 y 1950, y en ambos Uruguay se coronó campeón. En Chile '62, ganaron en el debut ante Colombia pero perdieron con Yugoslavia y la URSS, y quedaron eliminados.

Patada asesina. El delantero yugoslavo Mujic le propinó una desleal patada a Dubinski, defensor de la Unión Soviética, y le provocó fractura de tibia y peroné. Como el árbitro no lo vio, no lo expulsó. Lo echaron sus propios compañeros. La herida nunca cicatrizó y en 1969 Dubinski murió por una infección. En el Mundial de Chile hubo 50 lesionados al cuarto día del torneo, incluidos tres fracturados. Una carnicería.

Colombia, vestido de azul, hizo su debut en 1962. Arrancó contra Uruguay, con una digna derrota. Contra la Unión Soviética perdía 3-0 a los 12 minutos. Descontó y se le animó. En el entretiempo, el técnico argentino Adolfo Pedernera les preguntó si sabían cantar. Ante la respuesta afirmativa de sus dirigidos, comenzó a entonar el himno. Empataron 4-4.
Colombia, vestido de azul, hizo su debut en 1962. Arrancó contra Uruguay, con una digna derrota. Contra la Unión Soviética perdía 3-0 a los 12 minutos. Descontó y se le animó. En el entretiempo, el técnico argentino Adolfo Pedernera les preguntó si sabían cantar. Ante la respuesta afirmativa de sus dirigidos, comenzó a entonar el himno. Empataron 4-4.

Arbitro vengador. El brasileño Joao Etzel Filho arbitró el increíble Unión Soviética 4-Colombia 4. "Yo empaté ese partido", confesó después, sobre la remontada colombiana, cuando faltaban 22 minutos y perdía 4-1. "Soy descendiente de húngaros y odio a los soviéticos por la invasión de 1956", argumentó. Ese día, Marcos Coll convirtió el primer gol olímpico de los Mundiales. Decían que Lev Yashin, el magnífico arquero soviético, estaba pasado de tragos.

Se achicaron los arcos. Seis futbolistas con cuatro tantos, los goleadores de la Copa. Inédito, para mal. El brasileño Vavá, uno de ellos, fue el primero en anotar en dos finales. El promedio resultó de 2,8, la mitad del registrado en Suiza 1954.

Con su gorra "pichonera", el Toto Juan Carlos Lorenzo dirigió a la Selección argentina en 1962. Lleno de excentricidades, hacía que el ómnibus que los llevaba a las prácticas cruzara al menos un semáforo en rojo, como cábala. Para el debut con Bulgaria mandó espías al entrenamiento, para que se treparan por las paredes, sin saber que era a puertas abiertas.
Con su gorra "pichonera", el Toto Juan Carlos Lorenzo dirigió a la Selección argentina en 1962. Lleno de excentricidades, hacía que el ómnibus que los llevaba a las prácticas cruzara al menos un semáforo en rojo, como cábala. Para el debut con Bulgaria mandó espías al entrenamiento, para que se treparan por las paredes, sin saber que era a puertas abiertas.

Estadio de terror. El Estadio Nacional fue sede de la final que consagró a Brasil, y que vio a Chile en un histórico tercer puesto. En 1973, durante el gobierno de facto del general Augusto Pinochet, lo utilizaron como centro de detención, tortura y muerte. "La historia es nuestra, la hacen los pueblos". Una de las últimas frases del derrocado presidente Salvador Allende, escrita en las paredes del estadio.

La herencia. Fue el último Mundial para Jules Rimet, quien falleció en octubre de 1962. Dejaba como legado una Copa del Mundo que es un acontecimiento único y un negocio millonario, y una Fifa que levantó un imperio: en 2015 reveló reservas por 1.523 millones de dólares. Hasta su caída en desgracia por el escándalo de corrupción.