La zona de frigoríficos de Mataderos es un verdadero mundo aparte. Los camiones, las carnicerías, los trabajadores vestidos de blanco y el olor tan característico del lugar transforman al barrio en la zona del "outlet de la carne". Al barrio lo recorren cerca de 6.000 personas durante los viernes y los sábados.
Los frigoríficos abarcan ocho manzanas y el corazón de este polo de la carne está en Rodó y Lisandro de la Torre. A partir de allí se ramifica por las calles Martiniano Leguizamón, Bragado y Murguiondo, entre otras. En esos más de cien comercios puede encontrarse todo lo relacionado a la carne de vaca, la carne de cerdo, también pollos y otros productos como embutidos, huevos y quesos. Además, se destacan los locales con venta de carnes consideradas exóticas como la de yacaré, jabalí y llama.
![Carnicerías del barrio de Mataderos](https://www.viapais.com.ar/resizer/v2/MY4DOYZSGIYGCNDGMRRTSYJSGQ.jpg?auth=4578d18c7ce4c9c1d8ed69b0c3077c074d5d410c06e4e5392bd7c3dfac450267&width=768&height=461)
Aseguran que los precios son mucho más baratos que en la carnicerías de cualquier barrio. "El kilo de asado puede encontrarse en $ 75 y lega hasta $ 130, el vacío se consigue a partir de $ 99 el kilo y el de pollo desde $ 35. El pechito de cerdo está a $ 99 y el carré de cerdo, $ 77. La picada común comienza a partir de $ 69. " contó Fabián Ojeda, presidente de la Cámara de Empresarios y Comerciantes de la Carne y sus Afines de Mataderos (CECCAM) a Clarín.
Además de las familias que se acercan a hacer las compras, están las parrillas y los locales gastronómicos de la Ciudad que recurren a la "Capital de la Carne" para abastecerse. "Acá conseguís la misma costillita de cerdo que te venden en las parrillas top de Palermo, pero a otro precio", destacan en los carniceros.
![En el barrio se comercializa entre el 40 y el 45 por ciento de la carne de la Capital Federal.](https://www.viapais.com.ar/resizer/v2/HFRGENJVGY2TAM3BGI3TMNRSG4.jpg?auth=fce8c246e018f382181caee7827f642c14bd645dba637c1fd3928ae4b95850ff&width=750&height=500)
El comercio de la carne en esa zona reúne 1.200 empleados y su actividad comienza muy temprano. A las cuatro de la mañana se levantan las persianas y los camiones empiezan a llegar con los diferentes productos. El trabajo es pesado: hay que bajar las reses y preparar todo para la llegada de los primeros clientes.
La zona comenzó a ser poblada por frigoríficos desde 1897, cuando se trasladó a Mataderos el Frigorífico Nacional. Las anécdotas y las historias son muchas. Una de las más famosas cuenta que hasta la década del sesenta, la molleja, hoy una de las achuras más costosas y sabrosas, se tiraba porque no se le daba valor.