A las 12 en punto empezó la ceremonia religiosa de la Boda Real del Harry y Meghan Markle. La Capilla San Jorge en el Castillo de Windsor estaba decorada con flores frescas blancas, le recordaba a Harry a su madre Lady Diana, quien marcó su espíritu altruista.
Meghan hizo su aparición y develó el secreto mejor guardado: su vestido. Sebastián Fernández Zini en su nota para la revista Hola! Argentina cuenta que bajó del Rolls-Royce Phantom e impresionó con un traje escote bote y mangas 3/4 de la diseñadora británica, Clare Waight Keller, actual directora creativa de Givenchy.
La tiara Filigree perteneció a la reina Mary. La misma sostenía el velo bordado con motivos florales de los 53 países de la Commonwealth, y de dos flores originarias de Kensington Palace y California. Los diamantes que son ingleses y se realizaron en 1932 con un broche de 1893.. La banda de diamantes es inglesa y se hizo en 1932 con un broche que data de 1893.
El novio vistió el uniforme de la Caballería Blues & Royals de la Guardia Real, donde ejerció como capitán -fue su último rango-.
Las alianzas fueron confeccionadas por Cleave and Company. El anillo de Meghan fue creado a partir de una pepita de oro galés, regalada por la reina Isabel. El del príncipe Harry es una banda de platino con un acabado con relieve. Ambas alianzas fueron llevadas a la capilla de St George por William, en su papel de best man.
El momento más emocionante y fuera de todo protocolo, fue al finalizar la ceremonia cuando un coro gospel cantó Stand by me, el famoso tema de Ben E. King.