La candidata del presidente estadounidense Donald Trump para dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Gina Haspel, se comprometió este miércoles ante el Congreso a no reanudar el programa de torturas que la organización puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en los que ella misma participó en una prisión secreta en Tailandia.
"Entiendo que mucha gente en el país quiera conocer mis posiciones acerca del anterior programa de detención e interrogatorios de la CIA. Puedo ofrecerles mi compromiso personal, claro y sin reservas, de que bajo mi dirección, la CIA no reanudará tal programa", afirmó ante el comité de inteligencia del Senado.
Haspel, número dos de la agencia de inteligencia norteamericana hasta que Trump nominó al entonces jefe de la CIA, Mike Pompeo, como secretario de Estado, trabajó durante 33 años como agente encubierta.
Con el objetivo de mostrar mayor transparencia y conseguir apoyo de los senadores, en las últimas semanas la CIA reveló el destino de algunas de sus misiones.
Haspel fue cuestionada al ser nominada en marzo debido a que en 2002 supervisó una cárcel secreta de la CIA en Tailandia y donde fueron interrogadas dos personas acusadas de pertenecer a Al Qaeda, las cuales fueron sometidas a la técnica de ahogamiento simulado. La prisión fue cerrada ese mismo año, y Haspel pasó a trabajar para José Rodríguez, director de los Servicios Clandestinos de la agencia.
La técnica del ahogamiento simulado fue usada por el Gobierno de George W. Bush, pero fue prohibida por el presidente Barack Obama poco después de su llegada al poder en 2009. Sin embargo, Trump defendió su efectividad durante la campaña electoral para extraer información a los detenidos.
Haspel se enfrenta a una confirmación difícil, ya que los republicanos del Senado tienen una estrecha mayoría de 51 escaños frente a los 49 demócratas, y algunos senadores republicanos ya anunciaron que votarán en su contra por su papel en los interrogatorios de la CIA.