Aquellos que utilizan la red social Twitter desde hace tiempo recordarán que Andrés Calamaro era un activo usuario, siempre bajo el alter ego de "Barksdale666", pero que de un día para el otro el músico dejó de emitir mensajes. Hasta ahora.
El "Salmón" volvió a la red social del pajarito con un nuevo seudónimo, "Brad Pitbull"(@bradpitbull666), y está más activo que nunca. Tanto que los fanáticos lo ametrallan a preguntas que él se encarga de responder una a una, siempre con la firma "Saludos, Brad".
Amparado en la impersonalidad de la virtualidad, Calamaro se montó en un traje mucho más humano y cercano a sus seguidores. Comenta partidos de fútbol (es fanático del Real Madrid) y peleas de boxeo, deporte que también practica, debate sobre temas de actualidad social y política, y se presta gustoso a escuchar -y luego comentar- música nueva que varios artistas le hacen llegar a través de links.
Además, todos los días programa música y conduce su propio espacio en FM La Patriada, "La Hora de los Magos", que va de 1 a 2 de la mañana. A esa hora se hace llamar "Loto Volador".
En sus interacciones con los internautas revela además detalles sobre sus próximos trabajos musicales. Parece que tiene pensado lanzar un disco de manera independiente, "grabaciones al márgen de las leyes del copyright", reveló en un tuit.
Actualmente, según un artículo publicado en el diario El País de España, Calamaro vive en un barrio cerrado de Benavídez, en el norte del Gran Buenos Aires, a unos 40 kilómetros de la capital.
Este lunes emprendió un vuelo a Madrid para pasar una tiempo allí, ocuparse de algunos proyectos y aprovechar la temporada taurina, otra de sus aficiones. "Voy a ver toros en Madrid y provincias", dijo en un tuit. Y en otro aclaró que dejó varios programas grabados para emitir en la radio durante su ausencia.
¿Se volvió loco? Quizás por fin se dio cuenta de que "el tiempo es muy poco", como cantaba en aquel hit de "Alta Suciedad", y lo está aprovechando para tener una relación más fluida con su público. O tal vez haya perdido la cordura para siempre. Lo bueno es que ahora podemos preguntárselo directamente.