El escándalo de Facebook despertó la inquietud y las dudas de los internautas sobre el uso de sus datos en las redes sociales y los motores de búsqueda. Es una pregunta que se hace frecuentemente pero que no tiene una respuesta certera.
Este es un resumen de cómo funcionan
- DATOS QUE RECOGE: Todo lo que un usuario escribe, por ejemplo en su página de Facebook o en otras de sus "amigos", todas las fotos o videos que publica, todos los "Me gusta" sobre los que cliquea, todo lo que comparte, todo lo que consulta, la identidad de los usuarios con los que interactúa, o su geolocalización. Lo mismo sucede con Instagram y WhatsApp, filiales de Facebook, Snapchat o Twitter, aunque el abanico es menor en estas últimas plataformas. Si el usuario lo autoriza, Facebook puede también ir a buscar informaciones en los sitios internet que consulta mientras está conectado a la red social.
- DATOS QUE VENDE: Facebook asegura que no vende a sus clientes anunciantes los datos personales identificables o los datos agregados. Lo que vende es la posibilidad de que un anunciante llegue entre los usuarios de Facebook al público al que apunta, multiplicando así la eficacia de una campaña. "Facebook no está en el negocio de la venta de datos, está en el de la venta de píxels", resume Ryan Matzner, cofundador de Fueled, una empresa que crea aplicaciones para clientes. Por su parte, Twitter vende tuits, o más bien el acceso a un motor de búsqueda interna para ver todos los mensajes publicados en un periodo dado.
- LO QUE COMPARTEN: La inmensa mayoría de las redes sociales abren sus puertas a compañías externas que crean aplicaciones que se nutren en parte o totalmente de la explotación de los datos de usuarios de esas redes. En el caso de Facebook, si el perfil es público, es decir que se puede ver toda la página, se accede al nombre, apellido y algunas fotos (no necesita autorización del usuario). En cambio, la utilización del resto requiere el consentimiento del interesado. Únicamente los datos bancarios o de pago que posee Facebook están fuera de límites.
- LO QUE RECOGEN: Todos los datos que conciernen las búsquedas, la geolocalización u otros datos consultados. Google, Yahoo! (grupo Oath) o Bing (Microsoft), los principales motores de búsqueda, están integrados en los gigantes de internet que proponen otros servicios a los internautas. A través de ellos, los grupos recaban datos adicionales, que cruzados con los recabados de los motores de búsqueda, trazan un perfil aún más preciso del internauta.
- LO QUE VENDEN: Al igual que las redes sociales, sus ingresos provienen en gran parte de la publicidad. No venden datos, sino el acceso a un consumidor de características muy precisas, fruto del cruce de datos del motor de búsqueda, pero también en el caso de Google, de todas las búsquedas y contenidos vistos en YouTube, su filial. Google incluso desde hace tiempo explota el contenido de los mensajes electrónicos de los internautas con una cuenta Gmail, pero en junio pasado anunció que no lo hará más.
- LO QUE COMPARTEN: Abren las puertas a otras programadores y a las aplicaciones, y a las redes sociales.
Cabe destacar que en Estados Unidos no existe casi ninguna ley que proteja la utilización de datos provenientes de las redes sociales o motores de búsqueda. Pero la autoridad reguladora, la Federal Trade Commission (FTC), las vigila y ha sancionado a Facebook a partir de 2011 por su gestión de datos personales.
Distinto es el caso en Europa, donde Facebook fue sancionado en 2017 con una multa de unos 135 millones de dólares por la Comisión Europea por compartir datos personales con WhatsApp. Mientras que en Francia, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) aplicó en mayo de 2017 una multa de 185.000 dólares a Facebook por "faltas" en su gestión de datos de los usuarios.
El nuevo reglamento general sobre la protección de datos (RGPD), un texto europeo que entrará en vigor el 25 de mayo, definirá normas más claras en la recolección de datos.