El empresario Enrique Blaksley, conocido como "el Madoff argentino", fue detenido en su casa de un country de la localidad bonaerense de Pacheco, acusado de concretar una estafa calculada en más de 550 millones de pesos a distintos ahorristas mediante la suscripción de contratos de inversión, ofreciendo para ello tasas muy superiores a las del mercado, informaron fuentes judiciales.
La orden de captura fue dictada por la jueza María Servini de Cubría, quien también libró órdenes de detención para otras tres personas: Verónica Inés Vega, Federico Armando Dolinkue y Alejandro Miguel Carozzino. Además, citó a declarar a otros 14, entre ellos tres familiares de Blaksley.
"Se les imputa haber formado parte de una organización -liderada por Enrique Juan Blaksley Señorans- destinada a captar millonarias sumas de dinero de distintos ahorristas/inversores [...] ofreciendo para ello tasas muy superiores a las del mercado", dice la causa.
"Así, al menos, se han podido captar fondos por $ 550.678.556,66 sin la intención de restituirlos a los inversores ni de aplicarlos a inversiones consistentes con los plazos de devolución allí dispuestos", se agrega en la acusación.
También se imputa la reinserción de activos de origen ilícito en el mercado por montos que superaron los US$ 5.000.000 y $ 16.000.000.
Conocido por haber sido el responsable de las visitas de Usain Bolt y Roger Federer al país, lograba generar confianza en los ahorristas: fueron al menos mil y ninguno de ellos pudo recuperar su dinero.
En noviembre de 2016, después de que su nombre empezara a escucharse vinculado a las estafas, un mensaje mafioso apareció en los diarios Clarín y La Nación. Se trataba de un aviso fúnebre que despedía al empresario, rebautizado después como "el Madoff argentino", en referencia al financista estadounidense Bernie Madoff. Sin embargo, no estaba muerto y sus maniobras le sirvieron para evitar a la Justicia durante dos años más.
