Rusia señaló este miércoles a los servicios secretos británicos como presuntos autores del envenenamiento del ex espía ruso Serguei Skripal y su hija Yulia en el Reino Unido, un hecho por el cual Londres había acusado inicialmente al Kremlin y que desató una grave crisis diplomática.
"El análisis de todo el conjunto de circunstancias indica que las autoridades británicas no están interesadas en descubrir los verdaderos motivos e identificar a los autores del crimen" en la ciudad inglesa de Salisbury, el 4 de marzo pasado, escribió la Cancillería rusa en un comunicado reproducido por la agencia de noticias rusa TASS.
"Esto nos hace pensar en la posible participación de los servicios especiales del Reino Unido en el incidente", agregó el comunicado.
El texto añadió que "si no son provistas pruebas convincentes de lo contrario, consideraremos que estamos frente a un atentado a la vida de nuestros compatriotas y a una enorme provocación política".
El caso Skripal, del que Londres y Washington responsabilizaron a Moscú, derivó en una guerra diplomática abierta y en la expulsión de unos 140 diplomáticos rusos en Estados Unidos, Canadá, Europa y la OTAN.
Moscú considera que Londres "está lanzando una campaña en todo el mundo para dar forma a la presunción total de culpabilidad de Rusia sin presentar ninguna prueba, sin ofrecer siquiera una versión concreta de lo ocurrido".
"La actitud de las autoridades británicas suscita muchas preguntas. La población de la propia Gran Bretaña se mantiene desinformada con respecto a los momentos clave de este incidente declarado una gran amenaza", agregó la nota del Ministerio.
El comunicado ruso llegó un día después de que el canciller Sergei Lavrov acusara a Estados Unidos de "presionar y chantajear" a decenas de países para que expulsen a funcionarios rusos en represalia por el atentado contra Skripal.
Pese a la escalada de tensiones, el Kremlin confirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, mantiene sus intenciones de reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, aunque no sabe si la Casa Blanca mantiene el compromiso.