Centenares de personas de todo Estados Unidos, la mayoría estudiantes y docentes, marcharon este sábado en Washington para exigir al Congreso un mayor control en la venta y tenencia de armas de fuego.
La llamada 'Marcha por nuestras vidas' es el punto culmine del movimiento que surgió tras la masacre de 17 personas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en la ciudad de Parkland en Florida.
Aunque los tiroteos en escuelas o sedes educativas son algo usual en Estados Unidos, esta masacre desató un nuevo movimiento de protesta, por primera vez dirigido por los propios estudiantes.
Fueron estos jóvenes los que organizaron reuniones y marchas en los 50 estados del país, e inclusive en ciudades del exterior, incluyendo Buenos Aires, y construyeron consciencia sobre su reclamo antes de llegar a las puertas del Congreso y la Casa Blanca en la capital del país, Washington.
Con el correr de las horas, una marea humana inundó la céntrica avenida Pensilvania para enviar un mensaje histórico a la dirigencia política norteamericana, que hasta ahora se ha negado a limitar con controles el derecho otorgado por la segunda enmienda de la Constitución a portar armas.