El miércoles previo al inicio del Lollapalooza 2018 en Argentina se registraron mensajes amenazantes del ISIS contra el festival musical que se desarrolló el último fin de semana en el hipódromo de San Isidro.
La noticia, que se conoció en las últimas horas mediante la publicación de Ámbito Financiero, provocó que la jueza Sandra Arroyo Salgado movilice 1.500 efectivos del Departamento de la Unidad e Investigación Antirerrorista.
Una vez detectada la advertencia, los investigadores del área de ciberterrorismo de la Policía Federal establecieron que el grado de verosimilitud ameritaba prestarle atención y, acto seguido, efectuaron la presentación judicial correspondiente ante la Justicia federal.
"Había varias situaciones a considerar. En primer lugar, la gran cantidad de personas convocadas ese día (se calculaba una asistencia de aproximadamente cien mil personas) que dificultaban las tareas de control en los accesos; pero también teníamos que tener en cuenta como extremadamente sensible la presencia de personas públicas que podían ser considerados como objetivos de grupos violentos extremistas", explicó al diario ya mencionado una fuente perteneciente al Departamento de Unidad e Investigación Antiterrorista.
Los mensajes amenazantes aparecieron cuando los dispositivos de seguridad e inteligencia estaban abocados a la prevención de cualquier inconveniente que pudiera producirse en la cumbre del G-20.
"A tal punto llegó la tensión que en un determinado momento, el recital estuvo por de suspenderse, lo cual hubiera generado un gran inconveniente", confirmó uno de los responsables del operativo.