Decenas de personas se juntaron en las calles del barrio porteño de Núñez reclamando datos sobre el paradero de Nicolás Silva, el empleado de una financiera que desapareció hace casi una semana.
"Amenazas no tuvo", dijo a la prensa la esposa de Nicolás, Jésica, que encabezó la manifestación. Pero recordó que Silva "discutió una vez en febrero con uno de los dueños cuando nos fuimos de vacaciones".
"Si lo secuestraron por algo, él no tiene que ver. Jamás se metió en nada raro. Él es un padre de familia", aseguró Jésica que mantiene la esperanza de que su esposo está vivo. "Siento en mi corazón que está vivo. Estamos sufriendo un montón. Mi hija lo re necesita", concluyó.
