Miles de personas han asistido a la Catedral de Almería y la plaza que da acceso a la misma, donde han sido instaladas pantallas gigantes para que las personas que no han podido entrar pudieran seguir el funeral de Gabriel Cruz, el pequeño que fue asesinado por su madrastra.
El oficio religioso ha empezado con media hora de retraso. En ese tiempo, no han cesado los gritos a los padres de "no estáis solos" y los aplausos a miembros de Protección Civil, Bomberos y Guardia Civil que participaron en la búsqueda y que también han acudido al funeral.
"Todos somos Gabriel" ha sido el grito más coreado tanto a la llegada de los padres con el féretro, como a la salida del templo.