Jimena Barón suele publicar varias fotos junto a su hijo Morrison, fruto de su relación con Daniel Osvaldo. Y hoy, que "Momo" cumplió cuatro años, le escribió unas tiernas palabras en Instagram rememorando su nacimiento.
"Hace 4 años todavía en el día de la mujer, a las 23 horas empecé mi trabajo de parto. Tu papá llegaba al día siguiente de viaje, te pedí por favor que lo esperes que no quería parirte sin él. Sentí que me escuchaste y que los dos estábamos tranquilos haciendo tiempo", comenzó relatando.
"Él llegó corriendo a eso de las 7am y vos mi vida, tan amoroso y obediente, supiste que mamá ahora si estaba lista y acompañada y naciste en casa dándome el parto de mis sueños, sin nada, ni un calmante, ni una intervención, solo vos, tu papá y yo", agregó.
Detrás de las nubes el cielo es siempre violeta. AHRE que cagaba la frase de su programa.
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"Por un ratito te tuve en brazos y agarré tu cordón que latía fuerte. Ese fue el momento más mágico de mi vida, vida que ya era mágica antes de que nazcas pero que vos convertiste en una absoluta maravilla", continúo la actriz y cantante.
"Morrison, no tengo palabras, te amo desde lo más profundo e intenso de mi alma. Agradezco a Dios todas las noches que seas mi hijo. Te mereces el universo entero. Debo confesarte que pensé que sería yo quien te enseñe sobre la vida, pero el que vino a enseñarme todo sos vos. Feliz cumpleaños mi vida y muchas gracias", completó Barón el tierno relato del nacimiento de su hijo.
Hace 4 años, todavía en el día de la mujer, a las 23 horas empecé mi trabajo de parto. Tu papá llegaba al día siguiente de viaje, te pedí por favor que lo esperes que no quería parirte sin él. Sentí que me escuchaste y que los dos estábamos tranquilos haciendo tiempo. Él llegó corriendo a eso de las 7am y vos, mi vida, tan amoroso y obediente, supiste que mamá ahora si estaba lista y acompañada y naciste en casa dándome el parto de mis sueños, sin nada, ni un calmante, ni una intervención, solo vos, tu papá y yo (bueno, y una partera que ni te tocó y hasta quedó afuera de la habitación pobre).
Por un ratito te tuve en brazos y agarré tu cordón que latía fuerte. Un lado estaba enganchado a tu pancita y el otro todavía metido en mi cuerpo. Ese fue el momento más mágico de mi vida, vida que ya era mágica antes de que nazcas pero que vos convertiste en una absoluta maravilla.
Morrison, no tengo palabras, te amo desde lo más profundo e intenso de mi alma. Agradezco a Dios todas las noches que seas mi hijo. Te mereces el universo entero. Debo confesarte que pensé que sería yo quien te enseñe sobre la vida, pero el que vino a enseñarme todo sos vos.
Feliz cumpleaños mi vida y muchas gracias.