No busquen más. El premio al blooper del año es para un arquero de Alemania.
La insólita acción ocurrió en la segunda división del fútbol teutón, en un partido disputado en campo del Duisburgo. El guardameta local, Mark Flekken, se ocupó de calmar su sed en pleno encuentro y se desentendió completamente del juego.
¿Cómo terminó la acción? En gol del cuadro rival, el Ingolstadt, anotado por un Stefan Kutshke que aún hoy no debe poder creer lo fácil que le resultó marcar un tanto con el arco completamente desguarnecido.
Por suerte para Flekken, su equipo finalmente pudo subsanar su error y se impuso por 2-1.
La próxima, a hidratarse bien antes del partido...