El presidente de Brasil, Michel Temer, intervino hoy Río de Janeiro al decretar que las Fuerzas Armadas se hagan cargo de la seguridad pública en ese estado para actuar contra la inseguridad, a la que calificó como una "metástasis que se desparrama por el país y amenaza la tranquilidad de la población".
"El crimen organizado estuvo a punto de hacerse cargo de Río", advirtió Temer en la ceremonia de firma del decreto, en el Palacio del Planalto. La medida es la primera de este tipo desde el fin de la dictadura militar en 1985, y pone a los militares del Ejército a cargo de la policía, los bomberos y los servicios de inteligencia del estado de Río de Janeiro.
El decreto necesita ser aprobado en diez días por el Congreso, donde el gobierno cuenta con mayoría, y recién ahí entrará en vigor la administración de seguridad del jefe del comando este del Ejército, el general Walter Souza Braga Neto, quien será el interventor en la seguridad de Río de Janeiro.
"Esta es una medida extrema ante circunstancias extremas que lo exigen El gobierno federal dará respuestas duras, firmes y hará todo para enfrentar y derrotar al crimen organizado y a las gavillas. No vamos a dejar que maten nuestro presente y que sigan asesinando nuestro futuro", subrayó Temer.
Asimismo, dijo que a partir de la intervención militar "las Fuerzas Armadas y la policía estarán en las calles, avenidas y en las comunidades" y que las prisiones "no serán más oficinas de los delincuentes ni las plazas públicas salones de fiesta del crimen".