El exministro del Interior Florencio Randazzo declaró este miércoles como testigo en la reanudación del juicio contra su excolega de Planificación Federal, el detenido Julio De Vido, por su presunta responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once ocurrida el 22 de febrero de 2012, y que costó la vida a 52 personas y dejó también más de 700 heridos.
El juicio se reanudó esta mañana en la sala AMIA del edificio de tribunales ubicado en la avenida Comodoro Py al 2000, en el barrio porteño de Retiro.
"Creímos que el Estado podía administrar el servicio mejor que los privados", fue uno de los primeros planteos de Randazzo, convocado para explicar las condiciones del sistema ferroviario tras hacerse cargo del área, justamente tras la tragedia que el 22 de febrero de 2012 acabó con la vida de 52 personas.
Según afirmó, tuvo "poca relación pero buena" con De Vido durante su gestión, y advirtió que durante medio siglo hubo "un deterioro importante" en el sistema ferroviario por la falta de inversiones. "Yo no puedo decir que fallaron los controles en la gestión anterior", sostuvo Randazzo pero justificó el fin del contrato de concesión del Sarmiento resuelto por él.
Luego, ante la consulta de cómo había encontrado la red de trenes, fue terminante: "Con un deterioro importante y muchas deficiencias en la infraestructura y el material rodante del Sarmiento. No había ninguna posibilidad que no fuera la de rescindir el contrato", respondió.
El TOF 4 –integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel, María Gabriela López Iñiguez y Ana María D'Alessio– citó para hoy a otros dos testigos aparte de Randazzo.
El exministro fue citado como testigo, ya que fue el funcionario que llevó adelante las reformas al tren Sarmiento luego del choque en la estación de Once, en el que murieron 52 personas y más de 700 resultaron heridas.