La intención oficial de acelerar la contención de las partidas públicas para abandonar paulatinamente el déficit fiscal será una cuenta pendiente: un decreto presidencial, que se publicó ayer en el Boletín Oficial, establece un incremento de $ 202.026 millones en el gasto.
Con el aumento de las erogaciones, que representan un 7% del presupuesto estimado vigente hasta ayer ($ 2.622.473 millones), el déficit financiero empeora en otros $ 135.521 millones, según surge de los cálculos que hizo la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) sobre la base del decreto de necesidad y urgencia 1013.
La norma establece un fuerte aumento de los gastos corrientes, en torno a los $ 230.650 millones. Se trata de los más dolorosos desde la mirada oficial, ya que apuntan a cubrir principalmente salarios y las necesidades operativas de los organismos, pero no obras de infraestructura ni inversiones que perduren, que en la práctica se reducirán.