Esta madrugada, Carlos Zannini, ex secretario Legal y Técnico de Cristina Kirchner, quedó detenido en la delegación que la Policía Federal tiene en Río Gallegos. Allí, debió pasar la noche en un calabozo en donde casi no pudo conciliar el sueño, a la espera de su traslado a Buenos Aires.
El miércoles la noche, la Policía Federal irrumpió en la casa de Zannini con la orden de "inmediata detención", que había firmado el juez Bonadio, en sus manos.
El ex candidato a vicepresidente pasó la noche en un celda de dos por tres metros, con una sola cama. Sin mayores comodidades, con frío y sin comer demasiado.
Fueron pocas las horas en que logró conciliar el sueño: cerca de las 7.30 se despertó y pidió que le permitieran ducharse. Lo único que le llevaron hasta el momento sus familiares fueron frazadas, medicamentos y un plato de hamburguesas con tomate.
El abogado Alejandro Baldini -que también representa en el sur a Manzanares- lo visitó muy temprano en la mañana: le llevó frazadas y medicamentos. "Sólo pidió justicia" les dijo a quienes lo visitaron, según señalaron desde su entorno a Clarín. Al menos dos personas ya lo vieron en el lugar de detención.
Según pudo saber Clarín, las fuerzas federales trasladarán al ex candidato a vicepresidente a Capital en un vuelo de Aerolíneas Argentinas a las 2.30 de la mañana. Cuando llegue, se calcula que será después de las 5.30, deberá pasar por la Alcaidía de Comodoro Py, donde se le realizará el ingreso formal al Servicio Penitenciario Federal.