La desaparición del submarino ARA San Juan y sus 44 tripulantes, ocurrida hace 18 días, es una más en la lista de tragedias de la historia reciente de la Argentina. Lo sorprendente de esta cadena fatídica es que todos sus eslabones podrían haberse evitado. Pero acaban por desnudar, con decenas de muertes, el descontrol, la impericia y la corrupción que subyace y los coadyuva.
Repasemos las desgracias más resonantes de los últimos 20 años:
• Sesenta y cinco personas fallecieron el 31 de agosto de 1999 luego de que el Boeing 737 de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA) se estrellara en el Aeroparque Jorge Newbery, cuando despegaba hacia Córdoba. Una fatalidad que alertó sobre la falta de controles técnicos y la ineptitud humana.
• Ciento noventa y cuatro jóvenes murieron como consecuencia del incendio producido la noche del 30 de diciembre de 2004 en el porteño boliche República Cromañón, durante un recital de la banda de rock Callejeros. Otra vez, la falta de controles y la corrupción, que mata.
• Cincuenta y una personas murieron en el accidente ferroviario de Once del 22 de febrero de 2012. Sólo a partir de esta tragedia la sociedad y la política tomaron nota de la trama de corrupción en total desmedro del transporte público y de la situación calamitosa de los trenes en que se trasladan día tras día millones de personas.
• Ochenta y nueve personas —las que se cuentan oficialmente— murieron durante las inundaciones en La Plata del 2 y 3 de abril de 2013. La catástrofe natural puso en evidencia la falta de obras de infraestructura pluviales frente al cambio climático y la situación de vulnerabilidad extrema de algunos barrios y ciudades.
Los vaivenes Aunque en esta ocasión sería prematuro asignar responsabilidades, la desaparición del submarino evidenció -al igual que en el caso Santiago Maldonado- la inmadurez del gobierno de Cambiemos en el manejo de situaciones delicadas, además de la indefinición de una política de estado de Defensa.
¿Por qué motivo se lanzó el submarino a esta expedición? ¿Estaba el submarino en condiciones de sumergirse, si había sufrido un desperfecto? ¿Es insuficiente el presupuesto que reciben las Fuerzas Armadas?
En 2011, durante el acto por la finalización de las tareas de reconstrucción del navío, la entonces presidenta Cristina Fernández prometió que el submarino ARA San Juan tendría "una vida útil de más de 30 años".
Pero no fue la única que lo prometió: el año pasado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, también dijo al Congreso que el submarino podía navegar 30 años más.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, tardó dos semanas en volver a reunirse con los familiares y amigos de los tripulantes del submarino. Fue el viernes al mediodía. Aguad escuchó críticas de todo tipo. La hermana de un tripulante le dijo: "Los han condenado a la muerte. Ustedes son los culpables de todo esto. Mentira tras mentira".
La estrategia comunicacional del Gobierno fue concentrar todas las informaciones oficiales a través de la Armada. Por eso Aguad no ha salido a dar explicaciones ante los medios.
En la mira Aguad está siendo nuevamente blanco de dardos de la oposición y en el oficialismo hay opiniones divididas sobre su desempeño y su capacidad como ministro. El radical fue uno de los primeros en jugarse por armar un frente electoral con Macri, inclusive años antes que Elisa Carrió y Ernesto Sanz. Es considerado un dirigente cambiemista de fuste y uno de los mimados del Presidente.
Pero la paciencia del propio Macri y de algunas figuras de la primera línea del Gobierno puede agotarse. Aguad y su colega de Seguridad, Patricia Bullrich, por la muerte de Rafael Nahuel en Villa Mascardi durante un operativo represivo de Prefectura, son por estas horas los más resistidos de la oposición.
Mientras esto ocurre en la vereda opositora, en Cambiemos la mirada está puesta en el paquete de siete leyes reformistas que necesita aprobar.
Fuentes gubernamentales aseguraron que mañana el Presidente convocará a sesiones extraordinarias hasta fin de año. Entonces, se conocerá el plan de trabajo en el Congreso desde el lunes 11.
Serán 20 días de actividad parlamentaria frenética y negociaciones contrarreloj. El paquete de leyes incluye el Presupuesto 2018, un revalúo del impuesto a las Ganancias para balances de empresas, la ley de Responsabilidad Fiscal, el pacto fiscal y las reformas impositiva, laboral y previsional.
La media sanción a la reforma previsional, que significa menores aumentos para los jubilados en los próximos meses, fue un avance significativo para el Gobierno, porque logró, con el apoyo de los gobernadores del PJ, que se aprobara el proyecto más controvertido del paquetes de leyes.
Ahora la pelota pasó a Diputados, donde también se espera una votación ajustada pero con final feliz para la Casa Rosada. En el Senado se añade una discusión política: Cristina Kirchner parece que terminará quedándose afuera del bloque del PJ, que lidera el rionegrino Miguel Pichetto.
El ultrakirchnerista Marcelo Fuentes advirtió que "Pichetto no tiene atribuciones para impedir que Cristina forme parte del bloque". Pero Pichetto ya mandó a Cristina varias veces a formar su propia bancada, porque compitió en las elecciones por fuera del justicialismo, con su frente Unidad Ciudadana, que tuvo candidatos no peronistas como el radical Leopoldo Moreau.