Si hay algo prohibido en las estaciones de servicio de cualquier lugar del mundo es fumar. Pero desubicados hay en todos lados.
En Sofia, la capital de Bulgaria, un grupo de amigos paró a cargar combustible y uno de ellos venía fumando en el auto, se bajó con el cigarrillo encendido y no lo apagó pese a estar cerca de los surtidores.
Al ver la situación, un empleado de la estación le pidió que lo apagara pero el joven no quiso hacerlo. Entonces, fue a buscar uno de los matafuegos, le quitó su precinto de seguridad y lo accionó, disparando contra el joven que quedó rociado en polvo blanco, al igual que el automóvil.