El ex ministro kirchnerista de Planificación e Infraestructura y diputado nacional, Julio De Vido, empezó este miércoles a ser juzgado por su presunta responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, que en 2012 causó 51 muertos y 789 heridos.
Con gestos de incomodidad y nerviosismo -acariciándose la barba, restregándose los ojos, mirando el celular y el reloj- el ex hombre fuerte de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández compareció en la audiencia ante el Tribunal Oral Federal 4.
Sentado en el banquillo de los acusados, junto a sus abogados defensores, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, De Vido escuchó la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral que en su momento había hecho el fiscal federal Ramiro González.
Los jueces del tribunal, Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez, encabezaron la audiencia en la que también empezó a ser juzgado el ex subordinado de De Vido, Gustavo Simeonoff, ex jefe de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos.
Ambos comparecen acusados de los delitos de descarrilamiento de un tren agravado y defraudación contra la administración pública.
En un comunicado difundido en coincidencia con el arranque del juicio oral y público, De Vido volvió a culpar de la tragedia de Once al motorman Marcos Antonio Córdoba porque, según dijo, cometió "un yerro humano de índole operativo" y vaticinó que este juicio "concluirá con la única respuesta posible: la inocencia del señor Julio De Vido".
Se espera que declaren más de 80 testigos, y estimaron que el segundo juicio por el siniestro ferroviario del 22 de febrero de 2012 puede demandar entre seis y ocho meses.
Asimismo, la Policía de la Ciudad realizará un operativo de seguridad preventivo, dado que familiares de víctimas de la tragedia de Once estarán presentes en el recinto y también prevén manifestarse frente a los tribunales durante el juicio.