El acontecimiento transcurrió en Virrey Del Pino: una fiesta clandestina para 250 personas, cuya organizadora era una joven de 23 años que acabó imputada junto al dueño del lugar, un hombre de 49 años. La policía irrumpió pasadas las 18 horas y puso fin al evento. Según la viralización de las imágenes, el DJ resultó ser conocido: era Cristian Urrizaga, el ex gran hermano.
Aparentemente, como toda regla de las fiestas clandestinas, la consigna era no subir videos ni imágenes del evento ya que siempre es perjudicial. Pero no se puede confiar en todos los invitados. En las redes sociales, se viralizaron imágenes del evento donde se puede distinguir quien era el que pasaba música. Con una camisa de flores, atrás de la consola y con los auriculares en el cuello, se pudo ver perfectamente que era Cristian U bailando al ritmo de su música.
Siempre el DJ es el blanco de todas las cámaras en las fiestas y por ende Cristian U no fue la excepción. Según fuentes policiales, la fiesta arrancó a la noche pero continuó el dia anterior. Fue en una chacra alejada dentro del partido de La Matanza, y en cada parte había carteles que decían "por favor no realizar videos en vivo". La policía le ejecutará un acta al dueño de la finca por violar el art. 205.
"En realidad, muchachos... había una fiesta, me contrataron y fui a tocar", indicó Cristian U a través de un audio que envió a Nosotros a la mañana, programa cíclico que conduce El Pollo Álvarez en El Trece. "Necesito laburar, como muchos. Esa es mi realidad", agregó y especificó: "Mi laburo terminó cuando arrancó la pandemia (en marzo pasado). Y los que me conocen saben que soy organizador de eventos, DJ. Es mi laburo. Me reinventé en algunas cosas como para ir zafando, pero necesito laburar. Ya el reinvente no sirve de mucho más".
Luego brindó más detalles sobre su situación actual: "Cuando tengo que pagar el alquiler de casa, la luz, no puedo decir 'Hola, soy ex COVID-19'. Tengo que laburar porque si no pago me rajan". También sostuvo bajo qué premisas iba a aceptar el trabajo: "Muchachos, voy a la cabina, toco solo. No hay gente", le dijo a los organizadores. "Más ya no puedo. No puedo ponerle un arma en la cabeza. Cada uno es grande y sabe lo que hace", sentenció.
Sobre la fiesta clandestina, concluyó: "Necesito laburar. ¿Qué querés que haga? Me contratan de un lugar para ir a tocar, que sé que no está bien, pero uno tiene que laburar. Entonces, ¿qué hago? Pongo mis pautas". Cabe recordar que el ex participante de Gran Hermano tuvo coronavirus hace tres meses. "Me curé todo bárbaro, todo genial. O sea, no contagio ni me contagian. De todas formas, se tiene que respetar. Estamos de acuerdo, pero necesito laburar", insistió, remarcando que pidió que se respetara la distancia social dentro de su cabina de DJ a la que nadie tenía acceso.