Hace algunas semanas Marcelo Tinelli se mudó a una de las zonas más exclusivas de Nordelta, "Castores" y ahora es vecino de otro gran exitoso de los medios, Marcelo Longobardi. Pero no lo hizo solo, ya que logró convencer a su pareja, Guillermina Valdés, de compartir la vida y la vivienda, en una clara muestra de que la relación va viento en popa luego de una pequeña pero resonante separación unos meses atrás.
El lugar elegido por la familia está entre los tres más importantes de los barrios de Nordelta y lo construyó y comercializó Eduardo Costantini, una de las cien personas más ricas del país.
Si bien no es el barrio más lujoso ni el de las mansiones más espléndidas, Castores fue el lugar elegido, seguramente, por la infraestructura deportiva con que cuenta, ideal para el empresario por la cantidad de deportes que podrá practicar. No olvidemos que es el presidente de San Lorenzo y el barrio, para muchos, tiene tantas canchas que parece un club.
Se dice que esta, fue una de las razones que llevaron a Tinelli a decidir radicarse en ese lugar, dejando la gran ciudad y el sofisticado Barrio Parque, la torre Le Park. Un cambio de vida que implica pasar a un lugar silencioso y calmo, lleno de pájaros y fauna autóctona.
Su nombre está inspirado, precisamente, en la gran cantidad de castores que habitaban el lugar antes de la urbanización. Incluso suelen pasear y visitar las viviendas los que quedan en la zona y se multiplicaron durante la pandemia, ya que el silencio y la poca actividad humana hizo que los animalitos corrieran a sus anchas por los parques sin temor a la invasión de las personas que habitan.
La decisión de la mudanza no fue fácil y un paso importante fue convencer a Guillermina de lo beneficioso del cambio, pese a la lejanía con la capital, cosa que extrañará la empresaria cada vez que tenga que viajar por más de una hora para cumplir con sus obligaciones. Pero Marcelo lo consiguió y ya están compartiendo la vida en familia en la nueva propiedad. Por el momento, conviven Marcelo, Guillermina, Lolo, su hijo y el perro Igor, su mascota.
Todas las propiedades del barrio tienen salida al lago central, donde se realizan la mayoría de los deportes sin motor y las vistas son excelentes. En cuanto a la infraestructura deportiva, cuenta con ocho canchas de tenis, cancha de futbol de 11, un playón deportivo, pileta sobre el lago central, quincho, club house principal, club house auxiliar y plaza de juegos.