Puede ser un supermiércoles o que se evite una única sesión maratónica, distribuyendo sus temas en dos jornadas. Lo cierto es que la semana que viene la Cámara de Diputados tratará en el recinto (con diputados presentes de manera física y otros, conectados a distancia) dos leyes de vital importancia para la economía nacional y para el rumbo del gobierno de Alberto Fernández: nada menos que el Presupuesto 2021, que podría obtener la media sanción por un amplio margen, y el impuesto a la riqueza.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, ya avisó que el oficialismo buscará firmar dictamen favorable del Presupuesto el martes 20, un día antes de la eventual sesión en que se trate.
El cálculo de gastos e ingresos para el año próximo —el primero del gobierno de Frente de Todos, porque hasta ahora rigió el elaborado en 2018 por el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne— podría contar con un amplio margen de apoyo, ya que el principal espacio de la oposición, Juntos por el Cambio (JPC), viene manteniendo negociaciones avanzadas por letra y números con el FDT.
De esas negociaciones participa directamente el presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, quien se reunió este jueves de manera virtual con legisladores de JPC y los tres gobernadores del radicalismo, el jujeño Gerardo Morales, el mendocino Rodolfo Suárez y el correntino Gustavo Valdés, quien lo anunció en Twitter y dijo: "Trabajamos unidos para lograr la mejor ley posible".
Las negociaciones se apresuraron debido a que el jueves 22 vence el protocolo de sesiones acordado por todos los bloques, esta vez con la anuencia de JPC, que insiste en que deben ser presenciales. Nadie quiere que la ley de leyes sea víctima de otra disputa reglamentarista de la Cámara de Diputados, que este año viene incurriendo en papelones nacionales.
Vara más alta
El Presupuesto se aprueba por mayoría simple, es decir la mitad más uno de los presentes a la hora de votar. Pero el otro asunto de relevancia de la semana parlamentaria, el Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas, como supone crear un impuesto, requiere un número más difícil de conseguir para el oficialismo: la mayoría absoluta, que es la mitad más uno de los integrantes de la Cámara, o sea un piso de 129.
A diferencia del Presupuesto 2021, JPC rechaza de cuajo el impuesto a la riqueza por considerar, entre otros aspectos, que supone un desaliento a las inversiones y que los sectores a los que se pretende imponer esta carga única ya están gravados por sus patrimonios.
De modo que el FDT deberá nuevamente apelar al apoyo de la oposición más dialoguista para conseguir la media sanción a este impuesto, lo cual se descontaba. Algunos hablaban de un piso de apoyos de 132 votos.
Los debates de ambos asuntos se realizarían antes del jueves 22, fecha en que vence el protocolo de sesiones remotas acordado entre el oficialismo y JPC.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.
