Miami está bajo un toque de queda que durará 12 horas, mientras otras ciudades y varios condados del sur de Florida, en Estados Unidos, han tomado medidas similares ante la inminente llegada del potente huracán Irma al estado tras su devastador paso por Cuba.
"Cuando los vientos llegan a 45 millas por hora (72 kilómetros), los oficiales no responderán", advirtió Bárbara Sharief, alcaldesa del condado de Broward, al anunciar la medida.
En tanto Dennis Feltgen, meteorólogo y portavoz del Centro Nacional de Huracanes, aseguró que Irma está dando indicios de recuperar su enorme fuerza previa y organizarse mejor.
El potente huracán amenaza primero a Los Cayos de Florida, donde las autoridades han advertido que no habrá ningún lugar seguro, por lo que quienes se queden allí pese a la orden de evacuación estarán bajo su cuenta y riesgo hasta que los servicios de emergencia puedan ir, que no será inmediatamente.
Miami escapará muy probablemente al embate del ojo del huracán debido a un viraje que amenaza ahora a la costa suroeste de Florida, lo que ha obligado hoy a las autoridades del estado a dictar nuevas órdenes de evacuación.
Las primeras lluvias asociadas al huracán Irma llegaron hoy a Miami y, con ellas, los primeros cortes de luz, a pesar de que los enormes vientos del huracán casi no se sienten todavía en la ciudad.