Lacey y Banks Farris, una pareja de California, Estados Unidos, tuvieron poca suerte para concebir un bebé. Lacey estuvo embarazada tiempo atrás, pero lamentablemente perdió al pequeño. Ante esta situación, la adopción se convirtió en la opción alternativa. Sin embargo, en primera instancia, no lo consiguieron, aunque felizmente el caso se revirtió y tras volver a intentarlo obtuvieron luz verde para adoptar una nena, llamada Finley.
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