El juez de Instrucción de Causas de Jujuy, Pablo Pullen Llermanos, libró oficios para que la Gendarmería Nacional, a cargo de la custodia de Milagro Sala, detenida en su domicilio de El Carmen, mejore los controles sobre las visitas que recibe la dirigente social a fin de "garantizar que sólo lo hagan familiares autorizados".
"Me comuniqué con el encargado de Gendarmería, a cargo de los controles en el domicilio de Milagro Sala, y me garantizó que solamente van a ingresar familiares cuyo vínculos fueran visados y autorizados por este juzgado", declaró el magistrado.
Luego indicó que "hasta el día de la fecha, no se presentó ninguna otra documentación que avale un vínculo familiar de ninguna persona" con la dirigente, por lo que sólo se autorizó el ingreso de su pareja, Raúl Noro, y de sus hijos, de quienes "no se puede dudar de ese vínculo".
"Ninguna otra persona" puede visitar a la líder de la agrupación Túpac Amaru y diputada electa del Parlasur, sobre quien pesan varias causas penales, añadió Llermanos.
También, Pullen Llermanos detalló que sólo pueden ingresar al inmueble "hasta cuatro personas a la vez, en el horario de 7 a 19, los martes, jueves y sábados, con un máximo de veinte personas por cada día de visita". Aunque esta limitación no es aplicable a los familiares directos.
El jueves último, el juez había dispuesto el traslado de Sala desde el penal de Alto Comedero -donde se encontraba detenida desde enero del 2016- hacia su vivienda en el loteo Villa Parque La Ciénaga, del departamento jujeño de El Carmen.
La decisión responde a una cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que reclamó al Estado argentino que "adopte las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad personal" de Sala.
La cautelar incluyó "medidas alternativas a la detención preventiva, como el arresto domiciliario, o bien que pueda enfrentar los procesos en libertad con medidas como la fiscalización electrónica".