El Gobierno alimenta actualmente a 11 millones de argentinos, y cree que esa situación se mantendrá por años. Son tres millones más que antes de la pandemia de coronavirus. "En 15 días pasamos de alimentar a 8 millones a tener que asistir a 11 millones", dijo el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo.
El Plan Contra el Hambre, delineado durante la campaña electoral, y que sentó en la misma mesa a Juan Grabois y a Marcelo Tinelli, fue el primer programa del ministerio, que pasó a ser el único .
Actualmente, según datos publicados por Clarín, el 90% del gasto de Desarrollo Social se destina a alimentos y sólo un 10% a planes vinculados con el empleo. Al 31 de julio, se destinaron a este rubro unos 70.000 millones de pesos, a razón de casi 14 millones por día. "Y en todo 2019 se habían gastado 28.000 millones", comparan en Desarrollo.
La cartera estuvo vinculada a un escándalo de sobreprecios en la compra de fideos, que terminó con la intervención de la Justicia y 15 funcionarios echados. "A partir de ahí, se establecieron precios máximos y se amplió el número de oferentes", aseguran ahora, aunque los proveedores siguen siendo los mismos.
El grueso del dinero que destinado a dar de comer a la gente no está en las compras que hace el ministerio sino en la plata que se deposita directamente en la Tarjeta Alimentar (entre 4000 y 6000 pesos por beneficiario por mes, según la cantidad de hijos). Alrededor de 1,5 millón de personas son beneficiarias.
Otros puntos centrales del gasto son los bolsones de comida que reparte el Ministerio a través de las organizaciones sociales, y los fondos que van a los intendentes para centralizar la ayuda en los municipios.
Según Clarín, durante el gobierno de Cambiemos los movimientos sociales adquirieron más poder del que tenían porque se convirtieron en el actor principal del reparto de comida, que pasó entonces de 1 a 8 millones de kilos de alimentos por mes.
Y con la vuelta del kirchnerismo al poder, en 2019, referentes piqueteros se sentaron en altos cargos de Desarrollo Social, como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita; y Daniel Menéndez, de la rama K de Barrios de Pie. Juan Grabois -CTEP- también tiene funcionarios que le responden, aunque no se sumó en primera persona.
Visión de futuro
"Si la cosa mejora, puede bajar de 11 a 10,5 millones, pero no mucho más. Es una ayuda que seguirá en los próximos años", dicen sobre la ayuda alimentaria desde el Ministerio.
"Antes del coronavirus, más del 60% de la Tarjeta Alimentar se destinaba a carne, leche, fruta y verdura. Con la crisis, la proporción bajó a 49%, porque la gente volvió a comprar más harina y fideos para hacer rendir más la plata", analizan.
Mientras, hay que ocuparse también de la gestión del empleo. "Si ahora la relación de la ejecución presupuestaria es 90 a 10, para fin de año esperamos que el gasto esté 50 y 50. No porque baje en alimentos, sino porque aumente en los planes vinculados al empleo", dijeron a Clarín.
"No hay duda de que este Gobierno se ocupó de los más postergados. Pero ni siquiera así uno puede decir que se acabó el hambre en la Argentina", concluyen. Para Unicef, el 60% de los niños argentinos son pobres.