Desde este miércoles parte del país ingresa en una cuarentena tan rígida como la fase 1: el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Chaco, General Roca (en Río Negro) y el aglomerado urbano de Neuquén. Solo podrán funcionar actividades esenciales y habrá estrictos controles en el transporte público.
Según TN, en el DNU publicado el lunes, que oficializó esta nueva etapa de aislamiento social, "en los últimos 20 días" hubo un "aumento acelerado de casos del 136,4%", un incremento "del 95,6% de personas fallecidas" y creció "74% la cantidad de personas internadas en unidades de terapia intensiva por coronavirus". Y la mayoría de esos casos se dieron en las localidades mencionadas.
La situación de Chaco preocupa en Casa Rosada -no da signos por ahora de estar disminuyendo la cantidad de casos- por lo que el Ejecutivo nacional acordó con el gobernador Jorge Capitanich el envío a la provincia de médicos y de personal de las fuerzas de seguridad.
Durante la cuarentena estricta -en principio hasta el 17 de julio- buscarán reforzar el Plan Detectar para aumentar los testeos, y sostendrán en las zonas afectadas el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
"Hubo un aumento muy preocupante de los casos", admitió el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Eso repercutió directamente en la demanda de camas en los hospitales. Actualmente hay 4000 personas aisladas por haber estado en contacto estrecho con enfermos de COVID-19.
"Hace tres semanas teníamos 400 casos diarios, la semana pasada eran 650 en promedio y, en los últimos siete días, arriba de 850 y un par de días con picos de arriba de mil", dijo Larreta.
Su ministro de Salud, Fernán Quirós, dijo a TN: "Llevamos mucho tiempo de cuarentena, hay mucha gente cansada, que no puede más o con muchos problemas económicos o afectivos, pero tenemos que hacer este esfuerzo suplementario".
Por parte del Gran Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof se mostró confiado en lograr "aplanar o reducir la curva" de contagios con las nuevas restricciones que rigen desde este miércoles y hasta el 17 de julio.
"Ese es el objetivo de esta cuarentena mucho más fuerte y por un tiempo limitado", dijo Kicillof el martes. Allí también preocupa la "dispersión de la enfermedad en el primer cordón" del Gran Buenos Aires hacia el segundo.
Controles endurecidos
Los controles en el transporte público se hicieron más estrictos desde el lunes, con foco en las estaciones de trenes y en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires.
Nación desplegó más de 2500 efectivos federales en 241 estaciones de ferrocarril que conectan la Ciudad con el Gran Buenos Aires, y la Policía porteña se apostó en todos los accesos desde el conurbano.
También hay controles en los Centros de Trasbordo, corredores de Metrobús, ingresos al subte habilitados y en los colectivos de las líneas que circulan en de Ciudad. Por eso, los trabajadores esenciales necesitan tener sus permisos impresos, en versión digital, o en la app Cuidar.
Además, se habilitarán permisos extraordinarios de 24 horas de vigencia y que podrán tramitarse hasta dos veces por semana. Serán para padres y madres separados; trámites impostergables y urgencias; la asistencia a familiares y las personas que estén realizando un tratamiento prolongado.
El objetivo del Gobierno Nacional es bajar la circulación desde un millón de personas hasta cerca de 700.000, informó el ministro de Transporte Mario Meoni.