El juez federal Rodolfo Canicoba Corral pidió que se extradite a Sebastián Romero, más conocido como "el gordo mortero", el militante de izquierda que, en 2017, disparó contra la policía con un arma casera durante una manifestación en el Congreso.
Después del hecho, Romero pasó dos años prófugo y fue finalmente detenido en Uruguay en mayo de 2020. Ahora, a través de Cancillería, la Justicia argentina solicitó que sea trasladado al país.
La imagen de Romero en la Plaza Congreso, con trenzas en el pelo y una remera roja, pasó a la historia. La singular arma que disparó contra la policía es una mortero casero. Ese día, mientras en el recinto se debatía un proyecto de ley de Mauricio Macri para ajustar las jubilaciones por la inflación, varios efectivos de la Metropolitana y muchos otros civiles fueron heridos.
Antes, Romero había sido delegado gremial en General Motors de Rosario y precandidato a diputado nacional en las elecciones legislativas de 2015 por el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) dentro del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) que integra el Partido Obrero (PO).
Durante el tiempo que pasó prófugo, el rosarino envió mensajes llamando a destituir a Mauricio Macri y a Sebastián Piñera en Chile. "Tenemos que sacar a Macri como sacamos a De La Rúa en el 2001", dijo en Twitter en 2018.
En febrero de 2018, se activó un pedido de captura internacional y se fijó una recompensa para tratar de atraparlo. Sobre Romero pesaba una orden de captura internacional por "lesiones en agresión, intimidación pública y atentado contra la autoridad, este último agravado por haber sido cometido a mano armada y por una reunión de más de tres personas".