La historia de Daniel Hove y su perro labrador Gunner recorrió el mundo y emocionó a miles en todos los continentes. El hombre atravesó un doloroso cáncer acompañado en todo momento por el animal, y ambos murieron el mismo día, con una hora de diferencia.
"A mi papá le diagnosticaron cáncer de páncreas en octubre de 2011", contó Heather Nicoletti, hija de Daniel. "Se sometió a una cirugía en febrero de 2012 y después siguió con rondas de quimioterapia", detalló.
Ocho años estuvo Daniel en tratamiento, acompañado todo el tiempo por Gunner, que fue creciendo a su lado, y llegó a tener 11 años. "Eran los mejores amigos hasta el final. Iban juntos a todas partes", dijo Nicoletti.
Quizá por eso, a nadie asombró cuando Gunner comenzó a enfermarse como su amigo. "Cuando mi papá se agitaba, el perro se agitaba. Si mi papá estaba inquieto, el perro estaba inquieto. Cuando mi papá no respondía, Gunner tampoco. Cuando vimos cómo estaba el perro, que ya no se movía mucho y que no estaba bien, supimos que se acercaba el final", relató la mujer..
Un día en particular la familia notó que Gunner tenía las patas hinchadas y que su comportamiento había cambiado. Se comunicaron con el veterinario, que les dijo que lo mejor era dejarlo ir. "Le dieron una inyección y murió. Aproximadamente una hora y media después, mi papá también se fue", contó Heather.
"Sabíamos que se iban a ir juntos. Gunner no podría estar sin mi padre y eligió irse con él", cerró.