Matías Suárez mira a los costados y le duele. Los abucheos se tornan sólidos y le caen en el pecho. No es el escenario que se imaginó cuando, en la fría y lejana Bélgica, solo soñaba con volver a Belgrano.
“Obvio que los silbidos duelen. Que nos silbe nuestra gente en nuestra cancha, en nuestro club, nos duele muchísimo”, se sincera Matías, que por su condición de jugador-hincha sufre el doble: “Nosotros también sentimos el club y lo sufrimos como ellos. Encima de que las cosas no salgan la gente nos silbe, nos duele”.
–Hay una autocrítica muy fuerte en el plantel, ¿no?
–Somos los primeros en saber que no estamos pasando un buen momento y que las cosas no están bien. Tenemos que dar la cara y levantar la cabeza, porque somos solamente nosotros los que podemos levantar esto. Vamos a tratar de hacer lo posible para revertir este momento que estamos pasando.
–Cuando se los escucha hablar de la idea de juego, parecen tener claro qué quieren, pero después no pueden traducirlo en la cancha. ¿Por qué?
–Sabemos a qué se quiere jugar y que es lo que quiere el entrenador. Lo tenemos claro. Somos nosotros los que no estamos haciendo bien las cosas en la cancha. Hemos tenido buenos partidos también, pero somos conscientes de que en este momento no estamos bien.
–¿El partido contra Central por Copa los está llevando a desatender el torneo?
–Si nos enfocamos en el partido de Central las cosas no nos van a salir bien. Sabemos que es importante, pero hay que ir partido a partido. Si llegamos jugando de esta manera a la semi, vamos a perder, no hay dudas. Nosotros pensamos siempre en el partido que viene. Dejamos todo en la cancha para que Belgrano saque puntos, pero no podemos. Estamos tristes, pero vamos a sacarlo adelante, porque tenemos un buen grupo.
