Los cruceros Zaandam, que tenía 11 argentinos a bordo, y Rotterdam, con más de 2500 personas en total, atracaron por fin el jueves en Port Everglades (Florida, Estados Unidos), después de un mes a la deriva y la muerte de cuatro pasajeros por coronavirus.
Tras negociaciones con las autoridades del condado de Broward, y la intervención incluso del presidente Donald Trump, los barcos de la naviera Holland America Line (HAL) finalmente pudieron atracar en Fort Lauderdale, a unos 40 kilómetros al norte de Miami.
Los pasajeros más enfermos, que tuvieron prioridad en el desembarco, fueron trasladados a centros hospitalarios de Florida, mientras otros, con síntomas de gripe y algunos contagiados del Covid-19, serán atendidos por médicos de la naviera en el barco.
Este viernes terminará de desembarcar el resto de los pasajeros, que no tiene síntomas, unas 1200 personas. Mientras, la tripulación de ambos barcos permanecerá a bordo, detalló Orlando Ashford, presidente de HAL.
"Estos viajeros podrían haber sido cualquiera de nosotros o nuestras familias, atrapados inesperadamente en medio de este cierre sin precedentes de las fronteras mundiales que ocurrió en cuestión de días y sin previo aviso", subrayó Ashford.
El desembarco de estos cruceros con enfermos generó tensión en Florida, un estado en el que más de 8500 personas se han contagiado del Covid-19 y al menos 144 han muerto.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, que este miércoles decretó el confinamiento obligatorio en todo el estado, llegó a decir que no permitiría que "arrojaran" a Florida a personas contagiadas, en contraste con su padrino político, el presidente Trump, que se mostró más compasivo.
Tras ser sometidos a los protocolos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país, un millar de los pasajeros comenzaron a desembarcar el jueves y salieron directamente a sus hogares, los que eran de la región, o a los aeropuertos, donde la mayoría de ellos viajarán en vuelos chárter.
Un viaje de pesadilla
El crucero Zaandam inició su ruta el 7 de marzo en Buenos Aires, y el Rotterdam se le sumó el pasado fin de semana, en aguas panameñas, para socorrerlo, proveerle de medicinas y acoger a las personas que no mostraban signos de enfermedad.
Desde Panamá anunciaron la muerte de cuatro de sus pasajeros de edad avanzada, sin detallar si había sido a causa de coronavirus. Entonces el Zaandam, donde quedaron los enfermos y también algunos sanos aislados, y el Rotterdam, con los asintomáticos, viajaron juntos hasta el sur de Estados Unidos.
El Zaandam, que tenía previsto terminar su viaje de un mes en Port Everglades el 7 de abril, no fue autorizado a atracar en puerto alguno después de su última escala en Punta Arenas (Chile) el 14 de marzo, aunque sí pudo reabastecerse en aguas chilenas y panameñas.
Panamá lo puso en cuarentena, permitió que el Rotterdam lo socorriera y emitió un permiso excepcional a ambos cruceros para cruzar el canal de Panamá. Al menos 14 pasajeros dieron positivo al Covid-19 en las pruebas a bordo.
Desde el 22 de marzo 250 personas presentaron síntomas similares a la gripe, precisó la empresa.
De los 1250 pasajeros que comenzaron el viaje en el Zaandam 311 son estadounidenses, 248 canadienses, 232 británicos, 141 australianos, 104 franceses, 75 alemanes, 26 suecos, 17 holandeses, 11 suizos, 11 argentinos y cinco mexicanos y el resto de diversas nacionalidades.
Ashford agradeció el jueves el sentido de "dignidad humana" de las autoridades estadounidenses por permitir el desembarco de los pasajeros, entre ellos 52 residentes de Florida, que han permanecido aislados en sus camarotes desde el 22 de marzo.