Las calles y principales avenidas de Caracas amanecieron hoy con escaso tránsito movimiento en el inicio del "paro cívico activo nacional" por 24 horas convocado por la oposición en rechazo a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y que ya registró varios incidentes.
La mayoría de los comercios permanecían cerrados, el transporte público no funcionaba y, a diferencia de otros días, la capital venezolana lucía como si fuera un día feriado.
En algunas zonas como Montalbán, en el oeste caraqueño, agentes de la Guardia Nacional Bolivariana actuaron temprano y reprimieron a un grupo de manifestantes reunido para protestar en contra del gobierno de Maduro.
Igual situación se reportó en el sector Los Nuevos Teques, en el estado Miranda, vecino a Caracas, donde los uniformados lanzaron gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes, indicó la agencia de noticias ANSA.
Mediante mensajes en las redes sociales, vecinos de la zona difundieron imágenes y vídeos de la arremetida de los efectivos, quienes al ingresar con tanquetas derribaron una de las casetas de vigilancia de uno de los edificios residenciales.
El líder opositor Henrique Capriles recordó que el "paro cívico activo contra Maduro y su narco corrupta cúpula se inició hoy 6 AM en todo el territorio nacional y finaliza mañana 6 AM".
Según la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a la oposición, la medida busca aumentar la presión sobre el Gobierno luego de los resultados de la consulta popular del domingo pasado, donde más de 7 millones de venezolanos dijeron "no" a la reforma constitucional promovida por Maduro, a la que califican de "fraude".
El "paro cívico activo nacional" se lleva a cabo cuando han transcurrido más de tres meses de protestas que han sido reprimidas por las fuerzas de seguridad y dejaron el resultado de 96 muertos, según el recuento oficial del Ministerio Público (MP).
El miércoles, la coalición de fuerzas opositoras presentó una propuesta de "acuerdo de gobernabilidad" para el período de gobierno que suceda al de Maduro, quien a su vez anunció que puso en marcha un "plan especial de justicia de emergencia" para capturar "conspiradores".
En el documento titulado "Compromiso unitario para la gobernabilidad", la MUD postuló la formación de un gobierno que represente a "todos los escenarios políticos del país integrados", con un "programa común de unidad nacional".
La iniciativa subrayó que el próximo gobierno "será de naturaleza civil como lo establece la Constitución" y propuso una "reestructuración de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana" (fuerzas armadas) así como la "depuración de los cuerpos policiales".
El instrumento, leído por el diputado socialdemócrata Henry Ramos Allup, señaló la necesidad de "crear un gobierno amplio, pluralista y no excluyente", que asuma un "compromiso para superar la pobreza" y tenga la "justicia social como prioridad".
Asimismo, propuso elaborar un "plan de atención inmediata a la crisis humanitaria" generada por el desabastecimiento de alimentos y medicinas, así como poner en marcha un "plan de ataque a la inseguridad, violencia y delincuencia desatada".
En tanto, Maduro anunció que se ponía en marcha "un plan especial de justicia de emergencia" con el fin de lograr "la búsqueda y captura de todos estos conspiradores para que reciban un castigo ejemplar".
Aunque no detalló quiénes son los supuestos conspiradores, el presidente resaltó su propósito de "defender el decoro" del país ante lo que llamó "amenaza imperial", luego de que varios países, entre ellos Estados Unidos, y organismos internacionales lo exhortaran a dejar sin efecto la convocatoria a la constituyente.
