El Gobierno argentino ratificó hoy su pedido a la comunidad internacional para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ejecute una agresiva inyección de fondos a los países emergentes para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Esta vez el pedido fue planteado por el secretario de Política Económica, Haroldo Montagu, quien participó este martes de la segunda reunión extraordinaria de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del Grupo de los 20 (G20).
Allí se avanzó en la búsqueda de soluciones coordinadas destinadas a mitigar el impacto económico del COVID-19. Ahora se trabajará en una "hoja de ruta" y las medidas se dará a conocer el próximo 15 de abril.
En ese encuentro virtual, el secretario general de la ONU, António Guterres, llamó a los gobiernos a afrontar el impacto socio-económico de la plandemia con una "respuesta multileral a gran escala" que represente al menos el 10% del PBI mundial.
Guterres pidió "un plan de solidaridad que salve vidas, dé acceso universal a las vacunas, que inyecte liquidez en el sistema y frene la hemorragia del desempleo", en una crisis que comparó a la de la Segunda Guerra Mundial.
Los ministros de Economía y gobernadores de los Bancos Centrales resolvieron poner en marcha el diseño de una “hoja de ruta” en los próximos 15 días para llevar a cabo las medidas acordadas por los líderes del mecanismo en su reunión del 26 de marzo.
Según se informó, ese plan conjunto incluirá las acciones individuales y colectivas que el G20 ha tomado y tomará en respuesta a la pandemia de la Covid-19, así como las medidas a medio plazo que son necesarias para apoyar la economía global después de esta fase.
También se tendrá en cuenta los riesgos en los países más endeudados (como es el caso de la Argentina) y con menos recursos, con el objetivo de “permitir a estos países centrar sus esfuerzos en la lucha contra este reto global”.
Montagu destacó los desafíos que esta crisis impone, tanto para las economías de mercados emergentes, -entre ellas la Argentina- como para los países avanzados, y la importancia de coordinar acciones a nivel global de manera decisiva.
En ese sentido, el funcionario del gobierno de Alberto Fernández hizo hincapié en la importancia de la oferta de crédito a la economía real y propuso "que se estudie la utilización de todo el conjunto de instrumentos financieros disponibles, tanto a nivel multilateral, como bilateral".
Por ello, Montagu insistió en que se ponga “especial atención en la asignación de Derechos Especiales de Giro (DEGs) del Fondo Monetario Internacional y la ampliación de swaps entre bancos centrales de economías en desarrollo y avanzadas, entre otros instrumentos posibles”.
También fue parte del encuentro la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, quien dijo: "Seguimos muy preocupados por las perspectivas negativas para el crecimiento mundial en 2020 y, en particular, por la tensión que tendría una desaceleración en los mercados emergentes y los países de bajos ingresos".
En un reciente informe, el FMI había dicho que es evidente que la economía global ha entrado en una recesión, la que podría ser tan mala o peor que la de 2009. Y advirtió que una recuperación para 2021 sólo podrá ser posible si las naciones logran contener el coronavirus y limitar el daño económico.
Georgieva dijo que los países emergentes requerirán de una asistencia de fondos masivos sin precedentes para enfrentar la pandemia. Y espera una señal de los países con mayor poder de voto en el organismo para disparar recursos extraordinarios a esos países, en línea con el pedido que viene haciendo la Argentina.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, había participado la semana pasada del primer encuentro virtual desde que se declaró la pandemia del COVID-19 entre ministros de Finanzas y titulares de Bancos Centrales del G20. Allí el ministro argentino llamó a profundizar "la coordinación global y los esfuerzos de cooperación" para preservar la estabilidad social de los países.