La ONG International Journal of Infectious Diseases compartió las radiografías pulmonares de los dos primeros contagiados por coronavirus en Italia. En las imágenes se puede ver el deterioro provocado por la enfermedad, que causó la muerte de más de 7.000 personas.
En las placas se demuestra cómo el COVID-19 reduce el espacio funcional de los pulmones.
"Durante el seguimiento se observaron elementos poco frecuentes, como derrames pleurales, una apariencia tubular y agrandada de los vasos pulmonares con una reducción repentina del calibre y linfadenopatía mediastínica", indica el reporte sobre una pareja de más de 65 años oriunda de Wuhan, China, que estaba de vacaciones en Italia.
Según el estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Roma, las imágenes pertenecen a un hombre sano de 67 años y a una mujer de 66 con hipertensión, cuyo sistema respiratorio resultó devastado por el coronavirus. Si bien -agregan- se encuentran en condición crítica, permanecen estables.
Tras dar positivo, ambos desarrollaron el síndrome de dificultad respiratoria del adulto (SDRA) y en tan solo cuatro días comenzaron a sufrir insuficiencia respiratoria. Y dos días más tarde, dependían de un respirador artificial.
En el estudio, según los especialistas, las primeras imágenes de rayos X revelaron "opacidades de vidrio esmerilado", que se trata de una lesión en las que los espacios de aire en los pulmones se llenan de pus, sangre o agua.
Además, descubrieron que los vasos que transportan sangre oxigenada del corazón a los pulmones se estaban agrandando (hipertrofia), lo que lleva a una reducción del espacio para el paso del aire.