El Gobierno nacional anunció este lunes que logró canjear deuda en pesos por unos casi 100.000 millones, con un ahorro para el fisco de casi 2.000 millones de pesos y oxigenación en los plazos de pago.
Si bien el canje fue inferior a los 146.000 millones de stock de Letras Capitalizables (Lecaps), en el Gobierno celebraron el resultado debido a que fue el primer paso de una estrategia de deuda que aún no ha sido dada a conocer en detalle.
Fue un test del cual el Gobierno salió airoso, dado que pateó pagos que podían complicar sobremanera el desenvolvimiento fiscal del primer semestre, sobre un título que originalmente fue emitido por 214.000 millones por el macrismo.
El ministerio de Economía salió al mercado de capitales local para lo que es la primera gran apuesta en la estrategia de deuda del gobierno de Alberto Fernández, con el objetivo de postergar por unos seis meses pagos previstos para entre febrero y abril.
La cartera que conduce Martín Guzmán anunció que en la licitación de canje efectuada este lunes recibió un total de 263 ofertas por un total de las Letras de Capitalización (Lecaps) de 99.612 millones de pesos, las que cambió por Letras a tasa Badlar (Lebads) Esta operación redundó en una reducción del stock de deuda de 1.978 millones de pesos y una extensión de plazos en términos de vida promedio calculado a la fecha de liquidación.
“Fue un canje voluntario a valores del mercado”, dijo ayer el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, al comunicar a la prensa el resultado de la licitación, en el Palacio de Hacienda.
Con esta estrategia la gestión Fernández buscó también comprimir los márgenes en la curva de los títulos en pesos. Las nuevas letras, conocidas como Lebads, vencen en septiembre y en diciembre, y pagan una TNA de 41,1% y 42,6%, respectivamente.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.
