Naciones Unidas celebró el miércoles el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional que amplía el mandato de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, hasta las elecciones programadas para el 3 de mayo, en el marco de la crisis política que atraviesa la nación andina.
A juicio de la ONU, la decisión "está en plena armonía con el gran consenso nacional sobre la necesaria electoralización del país como única vía legítima para superar" la crisis, según un comunicado de Jean Arnault, el enviado personal del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Así, "el proceso está firmemente encaminado", ha señalado.
Áñez se autoproclamó presidenta interina en su calidad de nueva titular del Senado después de que el expresidente Evo Morales dimitiera el pasado 10 de noviembre en respuesta a las "irregularidades" detectadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) en los comicios del 20 de octubre, que desencadenó la crisis política.
El mandato de Morales expiraba el 21 de enero, por lo que el de Áñez, que asumió el cargo para reemplazar al líder indígena y evitar así el vacío de poder propiciado por la cascada de dimisiones de altos funcionarios, también lo haría ese mismo día.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales y el nuevo oficialismo acordaron en diciembre consultar al Tribunal Constitucional sobre la posibilidad de prorrogar el mandato de Áñez y de las demás autoridades de elección popular que también debían abandonar el cargo este mes.
Los nueve magistrados del alto tribunal han trabajado desde entonces con ahínco, fines de semana incluidos, para dar una respuesta que finalmente ha apostado por evitar el vacío en el Palacio Quemado, según informa el diario boliviano 'La Razón'.
Ahora, se espera que el Congreso termine de tramitar el proyecto de la Ley Excepcional de Prórroga del Mandato Constitucional de las Autoridades Electas. "Lo que corresponde es acatar esa decisión", ha dicho el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, en una rueda de prensa.
Con ello, Áñez se mantendrá como presidenta interina hasta que se conozca al ganador de las elecciones del 3 de mayo, con las que Bolivia pretende cerrar el capítulo abierto el 20 de octubre. Morales, refugiado en Argentina, no podrá presentar su candidatura, conforme al acuerdo alcanzado por el MAS y los aliados de Áñez.
RECHAZO A LAS PALABRAS DE MORALES
Arnault también ha reclamado "desistir" de cualquier "acción violenta o amenaza de violencia". En este sentido, ha rechazado las declaraciones de Morales en las que realizaba un llamamiento a formar milicias en Bolivia.
"Las autoridades tienen la obligación de proteger y garantizar el pleno ejercicio de los derechos políticos de todos los ciudadanos y ciudadanas, libre de intimidación, independientemente de su afiliación política", ha zanjado.
En declaraciones en Argentina el domingo, Morales apuntó que fue "un error garrafal" no contar con un "plan B" para sofocar las revueltas tras las elecciones del 20 de octubre, que a la postre terminaron desencadenando su dimisión y su salida del país.
"Si de acá a poco tiempo, si volviera, hay que organizar --como en Venezuela-- milicias armadas del pueblo", aseguró, ya que, en su opinión, se produjeron actos violentos sin que la Policía actuara.
Áñez criticó a Morales por sus palabras y subrayó la "vocación democrática" de la ciudadanía frente a quienes quieren "sembrar terror y violencia".
"Las declaraciones de Morales sólo demuestran que la paz, la reconciliación y la democracia nunca fueron opciones para él", escribió en Twitter, advirtiendo de que, "ante la intención de sembrar terror y violencia, sólo encontrarán al pueblo boliviano unido". "Y frente a las amenazas nuestra más profunda vocación democrática", apostilló.
