El papa Francisco criticó el "uso arbitrario" de la prisión preventiva y denunció el "lawfare" contra "dirigentes políticos", a pocos días de que el expresidente de Brasil, Lula da Silva, recuperase su libertadas tras estar 580 días preso.
En un discurso a miembros de la Asociación Internacional de Derecho Penal, a los que recibió este viernes en el Vaticano, el pontífice dio su visión sobre el "estado actual" de la materia y se enfocó en los "abusos del poder punitivo".
"En nuestro encuentro anterior señalé con preocupación el uso arbitrario de la prisión preventiva. Lamentablemente, en los años transcurridos desde entonces, la situación se ha agravado en algunos países y regiones donde el número de detenidos sin condena ya supera ampliamente el cincuenta por ciento de la población carcelaria", les dijo Jorge Bergoglio durante la reunión.
"Este fenómeno contribuye al deterioro de las condiciones de detención y es causa de un uso indebido de destacamentos de policía y militares para esos fines", lamentó el Papa, en un evento en el que estuvo presente, como único argentino, el jurista Roberto Carlés.
"El encarcelamiento preventivo, cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad", desarrolló luego.
Francisco dedicó uno de los puntos de su discurso al denominado "lawfare" y planteó que "se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados".
"De este modo, con las herramientas propias del lawfare, se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que solo se benefician quienes aspiran a ejercer liderazgos autoritarios", denunció.
De esta manera, Francisco se refirió a un tema mencionado recientemente por la vicepresidenta electa del Frente de Todos, Cristina Kirchner. Tras la liberación del exmandatario brasileño Lula da Silva, la actual senadora celebró que haya llegado a una fin "una de las aberraciones más grandes del Lawfare en Latinoamérica".