La alcaldesa oficialista de la localidad boliviana de Vinto, Patricia Arce Guzmán, fue secuestrada y agredida por los manifestantes y detractores del presidente Evo Morales.
En el marco de las protestas que se han sucedido desde las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre, Arce fue llevada descalza y prácticamente a rastras a lo largo de cinco kilómetros.
Tras ser trasladada hasta el puente de Huaykuli, luego de ser insultada, humillada y agredida, fue liberada y la policía se la llevó en moto.
Por otra parte, el edificio municipal de Vinto, donde se hallaba Guzmán horas antes, fue saqueado e incendiado. El incidente comenzó cuando se extendió el rumor de que dos personas habían muerto a manos de campesinos presuntamente enviados desde Vinto por la alcaldesa.
Una multitud encabezada por los denominados "motoqueros" se dirigió hasta la alcaldía, sacó a la fuerza a Guzmán y le sacó fotos antes de llevarla al puente, donde la pusieron de rodillas al grito de "asesina", le cortaron el pelo y la tiñeron con pintura roja.