Con el 83,7% de las mesas escrutadas en Bolivia, tras la elección presidencial que dejó primero a Evo Morales con 45,28% de los votos frente al 38,16% de Carlos Mesa, resultado que implicaría una segunda vuelta, el escrutinio se suspendió.
El expresidente y candidato Carlos Mesa denunció una supuesta manipulación del escrutinio para impedir una segunda vuelta y llamó a sus bases a una movilización al tiempo que pidió un pronunciamiento a la comunidad internacional.
"Han pasado muchas horas y esta manipulación lo que busca es bloquear la segunda vuelta", dijo Mesa, quien logró un segundo lugar en los comicios del domingo.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) interrumpió la transmisión de los conteos y pasadas más de 15 horas no se han reanudado. Ninguna autoridad de esa instancia se pronunció el lunes. La misión de observadores de la OEA también ha pedido a la autoridad electoral reanudar la divulgación de los resultados.
"A medida que los recuentos se hacen lentos, puede llevarnos a una situación inaceptable" dijo Mesa en rueda de prensa y pidió a la comunidad internacional y a la Unión Europa a un "pronunciamiento".
Con el 83,7% de las actas computadas en el conteo rápido, el presidente y candidato Evo Morales -al frente del partido Movimiento al Socialismo (MAS)- estaba a la cabeza del cómputo con 45,28% de los votos frente al 38,16% de Mesa, quien gobernó entre 2003 y2005 y ahora compite por la alianza de centro Comunidad Ciudadana (CC).
Los resultados finales deben ser entregados en siete días.
A medida que el recuento se enlentece la tensión sube en el país y aumentan los pronunciamientos en contra del TSE.
"El 17% restante que falta computar puede ser fundamental para saber si vamos segunda vuelta", dijo el profesor universitario de ciencia política, Eduardo Silva.
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe obtener el 50% más un voto o ganar con al menos 40% de los sufragios, pero con una diferencia de diez puntos porcentuales frente al segundo lugar.
Analistas han dicho que la segunda vuelta es irreversible y anticiparon que la polarización aumentará la incertidumbre hasta diciembre. Mesa dijo que "es un hecho" la segunda vuelta, en cambio Morales se declaró ganador el domingo por la noche y no aludió a un eventual balotaje.
"El gobierno argentino sigue con atención el desarrollo del escrutinio... esperando que concluya rápidamente el cómputo de votos interrumpido así como la publicación de resultados oficiales", dijo la cancillería argentina en un comunicado el lunes.
En tanto en las calles de La Paz se respiraba una mezcla de triunfo y duda. "Es un buen resultado. Muchos no estamos de acuerdo en que Evo siga. Esperamos que el voto de la segunda vuelta se respete", dijo la universitaria Andrea Morales.
"Ha sido impresionante que Mesa se haya acercado a Evo. Tiene que haber segunda vuelta", sostuvo el funcionario Joaquín Miguel.
El pastor evangélico coreano boliviano Chi Hyun Chung dio la sorpresa al ocupar un tercer lugar con un 8,7% de los votos y anticipó su apoyo a Mesa.
En su largo gobierno, Morales garantizó estabilidad política y económica con tasas de crecimiento promedio anual por encima del 4% durante 10 años y redujo la pobreza, pero los escándalos de corrupción y su afán de reelegirse, pasando por alto un referendo que en 2016 le negó esa posibilidad, deterioran su apoyo, según los analistas.
"Estamos como en el escenario del referendo de 2016" cuando Morales perdió por estrecho margen la consulta para su tercera reelección consecutiva, dijo el analista Marcelo Silva, profesor de ciencia política en la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.
"Es un escenario polarizado que demandará de acuerdos políticos para garantizar la gobernabilidad", dijo a su vez la politóloga María Teresa Zegada, profesora en la universidad pública de Cochabamba.
Mesa es un periodista e historiador de 66 años que como vicepresidente ascendió al primer puesto de la nación cuando su predecesor renunció en 2003 en medio de protestas generalizadas.
"La gran pregunta es si una oposición relativamente débil y fragmentada podrá unir y desafiar a Morales, cuyo fracaso en primera vuelta refleja la creciente preocupación por la desaceleración de la economía, los escándalos de corrupción y perseguir su reelección desafiando un referendo y la constitución", dijo a AP desde Washington Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.